El Banco Central volvió a tener una jornada convulsionada, después de algunos meses de tranquilidad. La entidad presidida por Juan Carlos Fábrega registró una caída de U$S99 millones en las reservas, que cerraron en U$S28.918 millones, rompiendo la barrera de los U$S29 mil millones.
Según informó el BCRA, “se realizó la cancelación de obligaciones varias” y durante la rueda “tuvo una participación vendedora”. De acuerdo a datos de la Afip, se vendieron U$S31,5 millones bajo la modalidad de “dólar ahorro”, a pesar de que el organismo recaudador ajustó al máximo la cantidad de billetes verdes que le autoriza comprar a los monotributistas, como denunció hoy el economista del Plan Fénix Ariel Setton.
Ya el viernes pasado, tras el default, el monto diario llegó a u$s 27.156.616, con lo que se convirtió en la compra más alta en un día desde febrero. Además, se notó un significativo salto en la comparación del viernes, primer día hábil de agosto, con el primer día hábil de julio, cuando se realizaron operaciones por u$s 14.764.213. Es decir que la cifra casi se duplicó.
El Central venía sumando reservas desde febrero, cuando por medio de un ajuste en el tipo de cambio y en las tasas de interés logró frenar la corrida cambiaria que se llevó puestos U$S13.000 millones en 2013. Sin embargo, la semana pasada se pagó la primera cuota del acuerdo con el Club de París, revirtiendo la tendencia. A eso habrá que sumarle los desembolsos correspondientes a los vencimientos de fin de junio, que el juez Thomas Griesa fue habilitando de a poco.
Lo cierto es que el default en que entró la Argentina el miércoles pasado disparó los pedidos para comprar dólar ahorro y frenó la liquidación de la cosecha, que se redujo a la mitad frente a la semana anterior. En ese marco, el dólar oficial subió tres centavos a $8,28, lo que implicó la mayor devaluación del peso desde fines de marzo.
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