El papa Francisco sigue atento los vaivenes de la política local y una de las últimas consigas que hizo llegar fue la de proteger a Gerardo Zamora, el presidente provisional del Senado, tercero en la línea de sucesión presidencial.

No lo hizo por afecto personal al santiagueño sino porque considera que si a una licencia del vicepresidente Amado Boudou le sigue un paso al costado del presidente provisional será muy difícil que el PJ imponga un presidente en 2015.

Y ese es un máximo augurio: Que el partido en el que militó hace cuatro décadas gane el año que viene con una fuerza orgánica y cercana a la iglesia.

Aunque no parezca, es una jugada que confronta con la Casa Rosada, donde no ven con malos ojos que en vez de un peronista el poder lo herede Mauricio Macri y el kirchnerismo residual surja como oposición.

Bergoglio tampoco es inocuo en la caída libre de Boudou. Como adelantó LPO, semanas antes de procesarlo el juez Ariel Lijo fue recibido por el Papa en el Vaticano quien le señaló que si la prudencia significaba impunidad para los corruptos, era en realidad cobardía. Luego de ese encuentro, Lijo procesó al vicepresidente con un fallo durísimo y curiosamente el  kirchnerismo no avanzó con los pedidos de jury en su contra en el Consejo de la Magistratura. 

Tanto por oficialistas como por opositores, la licencia de Boudou es un escenario probable en los pasillos del Senado, donde le impidieron presidir la última sesión. 

Ni bien se conoció esa hipótesis a Zamora no le llegaron buenas noticias: Apareció un audio del presunto narco Juan Ignacio Suris, novio de la vedette Mónica Farro y detenido en Bahía Blanca, en el que se mencionaba al hijo del gobernador.

El hecho fue el puntapié inicial de un ataque de la oposición al ex gobernador de Santiago del Estero, donde se registran drásticos indicadores sociales tras las dos gestiones del ahora senador y la que lleva su mujer desde diciembre.

A Jorge Bergoglio no le gustó la idea de que arrinconar a Zamora y esa fue la línea que bajo Carlos Accaputo, presidente de la Pastoral social porteña y uno de los hombres más cercanos al Papa en el país.

La Pastoral que maneja Accaputo es el corazón del poder eclesiástico de Francisco y una de sus visitantes frecuentes es Marta Cascales, esposa de Guillermo Moreno.

El ex secretario de Comercio Interior también está cerca del Papa: Es agregado comercial en Roma, a metros del Vaticano. Otro que frecuenta la pastoral porteña es Luis Pérez, secretario adjunto del Sindicato del Seguro.

Desde allí interactúan con actores políticos como el presidente de la Cámara de Diputados, Julián Domínguez, y los sindicalistas Antonio Caló y Hugo Moyano.

No fue casual que Accaputo, Caló y el portuario Omar Suárez integraran el contingente de 13 personas que viajó a la asunción del Papa aquel 18 de marzo de 2013.

Desde ese día, cada vez que Bergoglio lo considera necesario, Accaputo baja línea a los políticos que antes frecuentaban a él. En la lista también está la senadora del PRO Gabriela Michetti.

En el ideario Bergoglista, es preferible que Zamora le ponga el cuerpo a la primera línea de sucesión, sea la imagen del fin del kirchnerismo y deje a los candidatos peronistas iniciar la campaña en un clima de mayor estabilidad política.

La advertencia fue oportuna: el peronismo tradicional al que se dirige el Papa considera a Zamora es un extraño que se filtró entre las autoridades del Senado por un capricho de Cristina.

De hecho resistieron su llegada pero tuvieron que aceptarla por expreso pedido de la presidenta. Así lo explicó Miguel Pichetto en el recinto en la sesión preparatoria de febrero.

“La idea es que nadie caiga en la tentación de voltearlo. Y que nadie de adentro o de afuera busque quemar la pradera”, confió a LPO una fuente con llegada a la pastoral porteña, donde Bergoglio nunca se fue y sus órdenes se siguen escuchando.