Los sectores estrella del modelo económico kirchnerista se están apagando. Primero fue la actividad inmobiliaria y la construcción, de la mano del férreo cepo cambiario que el gobierno implementó en 2012. Este año, la devaluación y la suba de tasas de enero le asestó un duro golpe a los otros "motores": la industria automotriz y de electrodomésticos, que arrastraron consigo al complejo autopartista y metalúrgico que dependen en forma directa de esos rubros.

Pero otra de las variables que se desplomó al iniciar el 2014 fue el consumo, que venía creciendo a tasas muy altas desde el 2003 en forma ininterrumpida, salvo por la breve recesión del 2009. 

En diálogo con LPO, el Secretario de Prensa de la Confederación Argentina de la Mediana Empresa(Came), Vicente Lourenzo, contó que las ventas cayeron un 8,8% en junio frente al mismo mes de 2013, y así el primer semestre cerró con un descenso del 7%.

“El segundo trimestre vino mal, es el peor año desde el 2002 en tasa de variación del consumo”, advirtió Rodolfo Santángelo, director de MyS Consultores.

Santángelo detalló que los productos que más cayeron fueron los prescindibles, un poco menos los imprescindibles y “muchísimo” los durables: artículos del hogar y autos.

Estos últimos se contrajeron entre un 20 y un 30%, mientras que las bebidas, servicios y alimentos de primera marca lo hicieron en un 8%. Por su parte, los de consumo masivo bajaron un 2%, puntualizó el economista.

Lourenzo explicó que “el primer tramo de las paritarias no surtió efecto porque las familias lo destinaron a cancelar las deudas que tenían por las tarjetas de crédito, a las que le subieron muchísimo las tasas”. En ese sentido, el secretario de la Came recordó que en fechas como el día del padre, en donde esperaban un repunte, pasó todo lo contrario: las ventas cayeron 5% frente a las que hubo el año pasado. "Había mucha más expectativa y terminó siendo un fiasco", sentenció.

“El sector más golpeado, además del inmobiliario, fue el de los electrodomésticos, porque a principio de año se cayeron las compras en cuotas, y, cuando se reestablecieron, la gente priorizó renovar solamente los televisores por el Mundial”, amplió Lourenzo.

En La Plata la contracción del consumo se hizo sentir con mayor fuerza. Diego Piancazzo, gerente de la Cámara de Comercio e Industria de esa ciudad, se alarmó porque “las ventas vienen en caída, sobre todo las minoristas, estamos en un 8 y 10 por ciento de diferencia negativa entre junio del año pasado y del 2014. Es muy difícil que se puedan revertir con estos parámetros, las cosas siguen aumentando, los Precios Cuidados también subieron y el sueldo está estancado”.

“Se abren muy pocos negocios nuevos, son más los que se cierran. Generalmente cuando a un comercio se le va un empleado trata de no traer uno nuevo, sino de arreglarse con lo que tiene y no seguir aumentando gastos fijos”, agregó Piancazzo, en declaraciones a Radio La Plata.

Una columna publicada hoy en el diario Clarín pone el foco en el estancamiento o descenso en términos de poder adquisitivo que vienen teniendo los salarios, los subsidios como la Asignación Universal por Hijo y las jubilaciones. Así, tras más de diez años con viento a favor, los empresarios y comercios de barrio debieron dejar de producir ciertos productos o bien porque ya nadie los compra, o porque ya no son rentables a un precio "vendible", mientras que otros vieron como sus ventas sencillamente dejaron de crecer.

¿Se frenará la caída?

Santángelo consideró que “lo mejor que puede pasar en el segundo semestre es que el consumo deje de caer”. Lo mismo planteó Lourenzo ante el panorama de la segunda mitad del 2014: “vendrá el segundo tramo de las paritarias, pero también nuevos ajustes de tarifas. Por eso apostamos a que las ventas se mantengan en el nivel del año pasado”.

El empresario adelantó que entre los comerciantes “la perspectiva es un gran signo de interrogación. Por eso están comprando lo que tiene una venta asegurada para stockear para la temporada primavera-verano”. “Se tiene muchísimo cuidado con las primeras marcas, porque hoy por hoy no se sabe si la demanda va a responder. El cliente no está privilegiando la moda, se compra una camisa a $300 pero no a $700”, ejemplificó.

Para Santángelo, las causas se encuentran en que “cayó el salario, el empleo y no hay crédito”. Consultado acerca de las medidas que puede tomar el gobierno, el consultor arriesgó que “pueden bajar la tasa de interés y esterilizar menos”, aunque alertó que “se viene gastando y emitiendo cada vez más y sin embargo es cada vez menos útil y más perjudicial”, por lo que una política todavía más expansiva podría derivar en mayores dificultades para la economía.

“Si se toca el tema de Ganancias, habría un mayor poder de consumo. También si las jubilaciones suben más o dan un pago extra. Son medidas que impactan en forma directa sobre el consumo”, propuso Lourenzo.

Es que justamente el tributo que grava al salario es otro punto que se come las mejoras salariales junto con la suba de precios. Este combo derrotó hasta los incrementos de sueldo más empinados, que consiguieron los gremios oficialistas y más poderosos, de acuerdo a un trabajo del Ieral. En la construcción la pérdida alcanza al 7%; un 9% en el comercio y 21% en los metalúrgicos y el transporte.

En definitiva, hasta la última variable que se mantuvo como pilar del modelo económico k viene en picada y confirma que el 2014 es un punto de quiebre en el esquema vigente en los últimos diez años.