Los fondos buitre volvieron a acusar a la Argentina de no querer negociar, en el marco de las conversaciones iniciadas entre ambas partes para llegar a un acuerdo por los U$S1500 millones que ordenó pagar el juez federal Thomas Griesa.
“Argentina sigue rehusando una negociación con los acreedores, ya sea directa o indirectamente, sobre cualquier aspecto de esta disputa y no hemos escuchado de ningún plan para cambiar el curso", dijo a Reuters Jay Newman, gerente de cartera de uno de los acreedores que encabezan el juicio, Elliott Management Corp, a través de un portavoz de la empresa.
"En palabras simples, no hemos visto señal alguna de que Argentina hable en serio sobre comenzar una negociación", dijo Newman.
Eliott es la firma que pertenece al multimillonario Paul Singer, un abogado especializado en comprar títulos de deuda en default de países emergentes a la espera de que los precios repunten o, por medio de acciones legales, conseguir ganancias exorbitantes.
Las declaraciones de Newman se dieron luego de la reunión de cinco horas que mantuvieron los holdouts y los representantes de la Argentina por separado con el mediador designado por Griesa Daniel Pollack, en la que no hubo avances para llegar a un arreglo.
Tras el encuentro, el ministerio de Economía emitió un comunicado en el que aclara que no hubo ningún tipo de contacto con representantes de los buitres y que la comitiva oficial-de la que no participó Axel Kicillof- insistió en que el magistrado reponga el “stay” como uno de los requisitos para darle un cierre al litigio.
“Recuérdese que el tiempo demandado por el arreglo con la empresa Repsol S.A. fue superior a los dos años, siendo los últimos cuatro meses de éste período de intensas negociaciones, y en ese caso estaban involucradas cifras sustancialmente menores”, se atajó el titular del Palacio de Hacienda.
Por su parte, Pollack manifestó que "ambas partes presentaron sus posiciones pero no en presencia de la otra" y sostuvo que "no se alcanzó ninguna resolución", según reportaron agencias internacionales.
De todas maneras expresó "esperanza de que habrá un futuro diálogo", aunque no precisó la fecha de un eventual tercer encuentro entre la Argentina y los holdouts.
De la delegación participaron la Procuradora del Tesoro, Angelina Abbona, el Subprocurador, Javier Pargament, el Secretario de Finanzas Pablo López y el Secretario Legal y Administrativo Fedrico Thea.
A partir del lunes quedarán apenas 12 días hábiles para que la Argentina y los holdouts alcancen un acuerdo y evitar que el país caiga en default.
El mercado financiero continuó hoy apostando por una solución consensuada con mayoría de alzas en el valor de los títulos públicos y con un riesgo país de 593 puntos.
En otro orden, la Cancillería condenó hoy "la campaña de hostigamiento de los holdouts a cuyo "lobby" acusó de llevar a cabo presiones ante congresistas de Estados Unidos para que impidan la apertura de las exportaciones argentinas de carne a ese país.
"Los buitres acusan falsamente a la Argentina de perseguir el objetivo de minar los estándares de seguridad y salud animal en Estados Unidos", denunció la Cancillería en un comunicado, en el que criticó "en especial" al fondo NML, "cuyo propietario es el especulador internacional Paul Singer".
En tanto, el presidente del Consejo de Ministros de Italia, Matteo Renzi, destacó en una carta a la presidenta Cristina Fernández el apoyo de su Gobierno a "la voluntad argentina de continuar el pago de su deuda".
En respuesta a la misiva que le enviara la mandataria argentina el 21 de junio, Renzi le indicó que leyó "con atención" el "análisis de la cuestión de la reestructuración de la deuda argentina, que sigo con interés".
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El ministro de Economía Axel Kicillof sabía una semana antes de hacer el pago a los bonistas del 30 de junio que la plata no iba a poder ser girada. En una carta enviada a Carmine Boccuzzia la que accedió Infobae, el abogado de Cleary Gottlieb Steen and Hamilton (CGSH) que representa al país, los letrados del BONY le avisaron que no iban a poder girar los dólares en tiempo y forma. La carta está fechada el 23 de junio, una semana antes del vencimiento del Discount que –en parte– se incumplió.
En la misiva, Eric Schaffer, abogado del BONY, le reitera a CGSH que le aclaren por escrito si la Argentina va a cumplir con la orden de Griesa de pagar tanto a los holdouts como a los acreedores que aceptaron los canjes del 2005 y 2010. "Si el trustee no recibe una respuesta certificada para el 26 de junio, el trustee tomará las medidas que sean apropiadas", deslizan.
De hecho, les preguntan a los abogados del país dos cuestiones bien simples. Uno, si la Argentina va a cumplir con la orden de Griesa. Y dos, si la va a acatar y qué pagos son para los holdouts y cuáles para los bonistas del canje. Del otro lado, no recibieron respuesta.
En otra parte de la carta, que la gente del BONY presentó para dejar en claro que ellos avisaron que esto iba a pasar (no como dice Economía, que se mostró sorprendido por el no giro del dinero), dicen: "En nuestra conversación del 18 de junio, le aconsejé a usted que el trustee no iba a distribuir los fondos. El trustee no va a distribuir los fondos excepto que recibamos una certificación por parte de la República de que se va a pagar a los holdouts en base a la resolución de Griesa", dice la carta.
Todo esto termina por desterrar el plan de Economía de culpar al BONY por la moratoria a la que quedó expuesta luego de incumplir parte del vencimiento del Discount. De hecho, tanto Axel Kicillof como Jorge Capitanich salieron públicamente a culpar al BONY al decir que el país ya había cumplido con su parte (depositar el dinero) y que la entidad no los giró. Ahora queda claro que Economía ya había sido advertido de lo que pasaría una semana después de esa carta.