La ausencia de Cristina Kirchner en el acto por el Día de la Independencia no pudo ser una peor noticia para los integrantes del Gabinete nacional, que se vieron obligados a tener que aplaudir al procesado vicepresidente Amado Boudou, aunque tampoco se esforzaron demasiado.

Lo que el kirchnerismo planeó como una gran muestra de apoyo internacional en la pelea con los fondos buitres -con cuatro presidentes invitados-, terminó siendo una velada por demás incómoda para los ministros y Florencio Randazzo fue una muestra más que evidente.

La trasmisión oficial mostró al ministro del Interior y Transporte con cara de pocos amigos mientras Boudou despotricaba contra los fondos buitres y traía a la memoria a Néstor y Perón. 

Pero no fue el único, al resto de los ministros tampoco se los veía muy entusiasmados. Lejos de las sonrisas y los aplausos que se ven en los actos de Cristina, hoy reinaron las caras serias y los aplausos obligados. 

Lo más llamativa y la que sin dudas fue la imagen del acto se dio cuando, una vez terminado su discurso, Boudou emprendió los saludos de rigor. Primero fueron José Alperovich, Julián Domínguez y Oscar Parrilli y no hubo problemas.

Pero después el vice se acercó a la zona de los incómodos ministros y siento la frialdad en carne propia. Tras un abrazo de rigor con Jorge Capitanich, Boudou se acercó a un Randazzo que parecía estar pensando en otra cosa y ni siquiera lo estaba mirado.

"Flaco", le dijo Boudou mientras se acercaba y el ministro miraba hacia adelante. Fue entonces que lo agarró de los brazos y le dijo algo, que debió repetirle al oído porque Randazzo no lo escuchó. Para evitar que el papelón sea aún más grande, el vice se apuró a darle un beso "de prepo" y seguir saludando. 

Salvo Julio Alak y Cecilia Rodríguez, tampoco los otros ministros demostraron demasiada efusividad. Enrique Meyer ni se molestó en esbozar un leve sonrisa como hizo Randazzo. 

Después, Boudou se quedó en el escenario saludando a los militantes, pero ministros, gobernadores y funcionarios huyeron rápidamente.