El enfriamiento en el sector comercial y la crisis en las plantas de autopartes y material ferroviario del Conurbano, con despidos, suspensiones y falta de pago a trabajadores preocupa a los intendentes bonaerenses. Es síntoma de una economía en fase recesiva y una advertencia de creciente conflictividad social.

La preocupación crece además entre los hombres que ocupan la primera línea de choque de la política, porque ven al ministro de Economía, Axel Kicillof, tomado por la crisis de los fondos buitres, sin un equipo consistente que se ocupe de los problemas de la economía real.

De hecho, el malestar entre los sectores más humildes del Conurbano ya venía creciendo por la inflación, que lejos de estar disminuyendo como dijo ayer el jefe de Gabinete, Jorge Caputanich, sigue arriba del 2% mensual según el índice de Junio del Instituto de Estadísticas de la Ciudad. Una realidad que por lo que comentan los intendentes, el programa Precios Cuidados de Kicillof y Augusto Costa.

No casualmente los dos últimos conflictos fuerte con protestas trabajadores se produjeron en la zona fabril del Conurbano, en General San Martín y en Pacheco, Tigre.

“Las dos plantas de automotores más importantes que tenemos, Volkswagen y Ford, ya suspendieron a 5 mil trabajadores, aunque por ahora les pagan el 70 por ciento de salarios”, reveló a LPO el senador provincial Roque Cariglino, hermano del intendente de Malvinas Argentinas.

“Los mismos comerciantes te admiten que las ventas cayeron hasta un 40 por ciento”, agregó el senador.

Un escenario similar se interpreta en San Martín. “En charlas con empresarios del municipio nos reconocen que hubo un parate económico”, comentó una fuente del Municipio. "El conflicto todavía no salió en serio a la calle, porque las empresas de San Martín son en su mayoría Pymes industriales que siempre tienen un poco más de margen para demorar medidas drásticas como despidos o suspensiones".

En este municipio estalló el conflicto ayer cuando trabajadores del taller ferroviario Emfer y la fábrica de colectivos Tatsa del Grupo Cirigliano, cortaron la General Paz en reclamo de salarios adeudados y fueron brutalmente reprimidos por la Policía Federal.

En este caso, el conflicto estalló porque el gobierno suspendió la contratación en Emfer porque avanzó con la compra de material rodante cero kilómetro a China para modernizar las líneas de trenes interurbanas.  Supuestamente les habían prometido ciertos trabajos para mantener las fuentes de trabajo, pero esto al parecer no se cumplió.

Desde el municipio que administra el massista Gabriel Katopodis, explicaron a LPO que este conflicto “lo estamos siguiendo con atención" y agregaron que "si bien la Municipalidad no entra en la negociación, tenemos preparada una red de contención en caso de que la situación empeore”.

“Responsabilizamos al ministro Randazzo por todas las represiones que sufrimos”, dijo a LPO el delegado de Emfer, Pablo Barberan, y agregó que esperan poder reunirse con el ministro para encontrar una salida a su situación.

“Bajaron los niveles de producción y la empresa hace mucho que no invierte nada. Aparte, nos descuentan la jubilación y las cargas sociales y no están haciendo los aportes. Nos adeudan el aguinaldo que venció el dia 30, 8 dias de atraso. Y la quincena, ya vienen dos días de atraso”, agregó Barberan.

Una tendencia nacional

Si bien el Conurbano es la zona políticamente más sensible ante un empeoramiento de las condiciones sociales, lo cierto es que los conflictos de las últimas 48 horas son el emergente de el notable debilitamiento de la economía argentina.

De acuerdo al Estimador Mensual Industrial del Indec, la actividad industrial cayó en mayo 5 por ciento respecto del mismo mes del año pasado, y viene mostrando signos negativos desde agosto de 2013. Es decir que desde hace 10 meses que la industria nacional se contrae.

Según datos del Ministerio de Economía de la Provincia de Buenos Aires, después de la compra venta de inmuebles, el rubro que más cayó en la provincia es el automotriz, con un descenso de la producción de vehículos del 21.8 por ciento para abril, en términos interanuales.

De hecho, la represión de hoy en General Pacheco se desplegó contra trabajadores de la autopartista Lear, que se movilizaron para reclamar por el despido de 100 empleados y la suspensión de otros 330. Protestas que además ahora tienen un espíritu más combativo por el crecimiento de los sectores de izquierda entre los delegados de base.

“Estamos viendo que está todo revolucionado. El sindicalismo tradicional está dejando lugar a los sectores de izquierda más combativos. La situación social se está empezando a complicar, y el gobierno está más preocupado por los bonos y el frente externo”, reconoció Cariglino a LPO.

Consultado por la situación en Malvinas Argentinas, el senador agregó “por ahora no tenemos conflictos, pero ya sabemos que la situación de cortes y piquetes a veces se transforma en un efecto cascada. Seguramente va a haber más despidos, porque la industria no para de caer”.

Sólo por los despidos de Lear, hoy hubo piquetes en Puente Pueyrredón y en Callao y Corrientes, dentro de Capital, y en Rosario, Mendoza, Neuquén, Bahía Blanca y Córdoba. Mientras, en Pacheco continúa el acampe frente a la planta, en el kilómetro 31.3 de la Panamericana.