María Eugenia Vidal podría sumar a Facundo Moyano en su carrera para la gobernación de la provincia de Buenos Aires, ya sea como compañero de fórmula o como candidato a diputado nacional.

La vicejefa del Gobierno porteño y el diputado se reunieron hace un mes en el restaurante de Retiro y el encuentro no pasó desapercibido en el macrismo ni entre las filas del hijo del líder de la CGT opositora.

Un mes antes había desayunado con Mauricio Macri y Pedro "Peter" Robledo, el joven PRO recordado por haberse reunido con Cristina tras ser agredido en una fiesta por ser homosexual. 

Peter Robledo ha encontrado un nicho político interesante coqueteando con los sectores más refractarios al PRO. De hecho, La Cámpora ha intentado en más de una ocasión ficharlo para el kirchnerismo, a través de sondeos de Andrés "Cuervo" Larroque. Pero esa es otra historia.

Hacia adentro del macrismo se sorprendieron por la buena sintonía que surgió entre Facundo Moyano y Vidal, lanzada a pelear la gobernación de la provincia de Buenos Aires.  

Ademas, no es un secreto que Hugo Moyano tiene una excelente relación con Macri, trabajada en silencio pero con efectividad por su ministro de Espacio Público, Edgardo Cenzón. El vínculo no es casual, Cenzón tiene a su cargo el contrato de la basura de la Ciudad, el más grande del país por lejos y un resorte clave para el gremio de camioneros.

Un cierre con Moyano -a través de la incorporación de su hijo en alguna candidatura clave-, aportaría a Macri una ayuda clave para su ilusión presidencial: La promesa de una fiscalización en la provincia de Buenos Aires, donde vota el 38% del electorado. 

Es el talón de Aquiles del proyecto presidencial de Macri. Abajo de Vidal y con la excepción de su primo Jorge en Vicente López, Macri no tiene prácticamente nada para garantizar la fiscalización en el Conurbano el día de las presidenciales. Y en ese agujero sin fondo se pueden perder todas su ilusiones. Basta recordar el caso de Pinky en La Matanza que ganó la elección en las urnas y la perdió en los colegios.

Cerca del líder de la CGT opositora hay expectativas en Facundo. Pasarlo al macrismo echaría por tierra su vínculo con Sergio Massa, resistido por el padre.

“Hugo desconfía de Massa pero no podía alejarlo del hijo. Aprovechó que Facundo se enojó porque dice que en el Frente Renovador le copiaron un proyecto de ley  un proyecto de ley y lo empujó hacia Macri”, confió a LPO una fuente de Camioneros.

Como enlace, también opera Cristian Ritondo, vicepresidente primero de la Legislatura de la Ciudad y candidato a primer vocal de Independiente en la lista de Hugo Moyano.

En los equipos del PRO también lo ven con buenos ojos. Las encuestas muestran que con sus recorridas Vidal consolidó una candidatura que va de los 7 a los 10 puntos y con la ilusión de crecer a la par de Macri.

Es que en la provincia de Buenos Aires hay primarias y generales paralelas a las de la Nación por lo que un presidenciable requiere de un candidato aceptable y sólido para disputar la gobernación. 

El moyanismo cree que el eventual acuerdo podría cerrrarse mediante a una alianza formal entre el PRO y su Partido por la Cultura, la Educación y el Trabajo, que desde diciembre presidiría Facundo.

Esta metodología permite compartir apoderados que refrenden listas ante la justicia electoral y evitar que uno de los sectores defina los candidatos a gusto.

Aunque en principio se anunciaría una fórmula, en el moyanismo no descartan que pueda ser candidato a diputado nacional.

Si Vidal mantiene su nivel de adhesión lograría no menos de dos diputados nacionales, al menos uno para una fuerza aliada. Puede ser Facundo u otro que elija su padre.