Congreso
Cristina pidió cajonear los dictámenes sobre Boudou para que no se hable de él en el recinto
El bloque K aceptó los despachos de comisión pero se negará a debatirlos en la sesión.

Las ideas y vueltas del conflictivo tratamiento del juicio político a Amado Boudou no terminaron con la desprolija sesión de comisión de ayer: por la noche, los kirchneristas que la integran aceptaron que la reunión no podía quedarse sin dictámenes y decidieron oponerse semana a semana tratarlos en el recinto.

Esto significa que si querían enterrar el tema, no pudieron hacerlo del todo: en cada reunión de labor parlamentaria, donde se definen los proyectos a tratar, la oposición pedirá poner a consideración los dictámenes sobre Boudou y obligar a todos los kirchnerismo a levantar la mano para defenderlo. Juliana Di Tullio dirá que no y la oposición se lo recordará en el recinto.

O sea, así como hasta miércoles la oposición exigía convocar a la comisión de juicio político para tratar los proyectos sobre el vice, ahora pedirá que los dictámenes emitidos sean considerados por el recinto como cualquier otro. O al menos saber las razones por las cuales no lo hacen.

Además del dictamen de rechazo del kirchnerismo, ayer se firmaron cinco por la oposición: uno de Unen, Ari y Coalición Cívica; otro del Frente Renovador; uno de Claudio Lozano, de Unidad Popular; y dos del PRO, uno de Laura Alonso y otro de Pablo Tonelli. Si por alguna razón el rechazo del kirchnerismo no reúne mayoría, se pondrían en consideración estos.

Aunque nunca perdió la mayoría, para el kirchnerismo hablar de Boudou en el recinto es un límite que no quiere cruzar. “Nadie puede hacer campaña con la carga de haber defendiéndolo”, reconoció a LPO una fuente del oficialismo.

Obligar a proteger al vice en el recinto puede acelerar rupturas que por ahora están en ciernes, como la de aquellos diputados de las provincias petroleras que por estos días se enfrentan al Gobierno por una nueva ley de hidrocarburos.

Ya hay casos preocupantes: Jorge Landau, apoderado del PJ y diputado, ayer confesó en la reunión del partido que es incómodo tener un vicepresidente procesado. ¿Cuánto más sería defenderlo?

Descartado habilitar una investigación en la Comisión, para evitar esas situaciones las principales espadas de Cristina en Diputados, como Diana Conti y Eduardo “Wado” De Pedro, habían ideado hacer un rechazo “in limile” y entender que de ese modo no hay dictámenes a considerar y el tema quedaría enterrado.  

Tan decididos estaban que Adela Segarra, presidente de la Comisión de Juicio Político, rechazaba los dictámenes de la oposición en la reunión. “Se rechaza. No hay dictamen”, le simplificó a LPO el diputado Jorge Cejas, vice de la comisión. Peor la pasaron los empleados de la Comisión que tomaban los folios de la oposición ante la mirada de los kirchneristas. 

Pero ni el reglamento ni muchos menos los antecedentes amparaban ese mecanismo. Así lo aceptaron los kirchneristas que integran de la comisión, una “guardia pretoriana” integrada por los cristinitas más puros como Diana Conti, Carlos “Cuto” Moreno, Carlos Kunkel y todos los camporistas.

Hay antecedentes ineludibles, algunos muy cercanos, como el intento de juicio político de que Alberto Solanet solicitó a la jueza de la Corte ahora fallecida Carmen Argibay, desestimado por la Comisión el 26 de octubre de 2006 y luego por el recinto el 8 de noviembre de ese año.

Algunos diputados de la oposición rastrearon que incluso hubo pedido de juicio político de Cristina cuando era legisladora que fueron rechazados.

La pregunta que se hacen muchos diputados del oficialismo es qué se ganó al desestimar los pedidos de juicio políticos en comisión y seguir con el reclamo de tratarlos en el recinto. No encuentran otra explicación que la de una nueva respuesta furiosa de Cristina, curiosamente, autora de la ley que habilita al juicio político y tal vez atormentada por la idea de ser quien más la ignore.

“La comisión sólo la podía convocar su presidente. Si no lo hacía nunca habría un dictamen a favor o en contra de llevar al banquillo al vice. La convocaron, la sesión fue bochornosa y dejaron una mecha encendida que ahora tienen que seguir apagando semana a semana, que encima puede estar vigente cuando llegue otro presidente”, se sorprendió una fuente del oficialismo.

En Diputados aseguran que la estrategia, si la hubo, estuvo en manos de la presidenta, en diálogo con los camporistas y Diana Conti. 

Como adelantó LPO, el martes Cristina cambió de rumbo y entendió que lo mejor era agotar la bronca de la oposición contra Boudou esta semana: habilitó las sesiones y la Comisión de Juicio político. 

La Cámpora siguió todo de cerca. La dirección de Comisiones, que eligió adrede la pequeña sala 7 del tercer piso del anexo, depende de la agrupación de Mäximo Kirchner, que eligió los tres oradores que tuvo el kirchnerismo en la Comisión: De Pedro, Larroque y Marcos Cleri.

Tras el papelón de Segarra en radio Mitre, cuando le cortó a Longobardi por no saber quién era el dueño de la ex Ciccone Calcográfica cuando fue expropiada, esta mañana sólo habló Larroque y por radio Del Plata.

Hay más: la presidenta envió el equipo de cámaras de la Casa Rosada a filmar la sesión y casi no tenían lugar para poner los equipos. Varios gritaron desde el fondo de la sala chica para pedir más espacio. No había, todo era muy improvisado.

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