Lucía Corpacci quiere ser reelecta el año próximo y para lograrlo sólo tiene claro que no quiere pelearse ni con el Gobierno ni con Sergio Massa, quien el viernes 11 recorrerá la provincia junto al intendente de la capital, Oscar Jalil.

Decidido a pelear la gobernación, Jalil fue el primer catamarqueño en aliarse al massismo, pero no consiguió dividir aguas con Corpacci, quien nunca se enfrentó al líder del Frente Renovador.

La gobernadora tendió puentes por abajo con Massa por medio de su influyente subsecretario de Asuntos Municipales, Fidel Suárez, pero evitó cualquier gesto de acercamiento público. 

El primer contacto se produjo antes de la anterior visita de Massa a Catamarca, cuando el ex jefe de Gabinete le anunció que iba a desembarcar en su provincia para anunciar la alianza con Jalil. En ese momento Suárez le pidió que no le pegara a Corpacci durante la visita porque, prometió, "en las elecciones vamos a terminar todos juntos".

El funcionario catamarqueño incluso fue un paso más y le puso al teléfono a la gobernadora.

Ese pacto secreto se reprodujo en esta nueva visita y para evitar confrontaciones, Corpacci ya decidió ausentarse de Catamarca el próximo viernes, cuando Massa asistirá a inauguraciones junto a Jalil y por una cuestión institucional, deberían compartir los actos con la gobernadora.

Barrionuevo y Massa

Contra lo que podría suponerse, la relación política de Massa y Luis Barrionuevo en Catamarca en pésima. Aún cuando Graciela Camaño, esposa del sindicalista, es el principal alfil del Frente Renovador en la Cámara de Diputados.

Como adelantó LPO, el gastronómico hizo valer sus cuatro diputados para torcer una votación y robarle la presidencia de la Cámara de Diputados de Catamarca a Jorge Moreno, vinculado Jalil.

Lo hizo a través de un acuerdo con los radicales, que recibieron cargos y le dieron el control de la Cámara baja a Marcelo Rivera, ligado a Barrionuevo, quien el año pasado llegó a 20 puntos con su partido, Tercera Posición. Con esa porción de votos ahora Barrionuevo busca que la UCR le facilite una banca en el Congreso, como diputado o senador nacional.

Este viernes, para desilusión de los kirchneristas, no habrá foto de Massa con el polémico titular de los gastronómicos.

La pelea por la Gobernación

Corpacci ya anunció que buscará su reelección, pero no será fácil. Su imagen está en caída libre y en el PJ le achacan la influencia que tomó su esposo Ángel Mercado, sobrino de Armando “Bombón” Mercado, el ya fallecido sindicalista y ex cuñado de Kirchner, artífice de la llegada de Corpacci al poder tras 20 años de gobierno radical.

El marido de Corpacci es para muchos el "monje negro" del Gobierno catamarqueño y su voracidad para acaparar las decisiones lo llevó a un choque frontal con su tío, que falleció peleado con su sobrino y muy desilusionado. La bronca incluso llegó a la Casa Rosada y CRistina tomó distancia de la que alguna vez fue una de sus protegidas.

En ese delicado equilibrio y con graves problemas de gestión, Corpacci enfrenta además a un peronismo dividido y enojado. El pase de Jalil al massimo no es un tema menor. El intendente de la capital provincial mide más que la propia Corpacci y además de su poder político es dueño de una fortuna formidable.

El tercero en carrera es el vicegoberandor Dalmacio Mera, en su momento un elegido de Néstor Kirchner, que mantiene canales de diálogos abiertos con Jalil.

Por afuera, está la UCR que en Catamarca sigue siendo una fuerza competitiva y que podría ser la gran beneficiada con diáspora del peronismo. De hecho, el radicalismo ganó en las pasadas elecciones legislativas de octubre y ahora busca regresar al poder con el ex gobernador Eduardo Brizuela del Moral o con el ex intendente Ricardo Guzmán.

Ante tamaña dispersión Mera pidió implementar en la provincia las PASO para contener al peronismo y logró que la Cámara de Diputados las aprobara, el Senado provincial trabó la iniciativa. 

Un dato central en este complejo escenario es la fecha de las elecciones. Corpacci insinuó que las convocará para marzo, pero si lo hace sin un acuerdo global con el peronismo, con la intención de imponer de apuro su candidatura, lo más probable es que termine más sola que ahora.