El Congreso Nacional del Partido Justicialista se reunió anoche por primera vez desde la elección de autoridades y el Gobierno abrumó a gobernadores y legisladores peronistas con los dos temas que lo desvelan: los fondos buitres y el procesamiento de Amado Boudou.

El encuentro del peronismo en la sede de la calle Matheu de la Capital Federal estuvo monopolizado por Jorge Capitanich. El jefe de Gabinete arribó a la reunión y dedicó 75 minutos a hablar sobre la disputa judicial con los holdouts, mientras los congresales trataban de ocultar los bostezos.

Según comentó a LPO uno de los participantes del encuentro, Capitanich dio una clase acerca de los procesos de reestructuración de deudas en el mundo, los litigios internacionales y la figura de los mediadores. El chaqueño utilizó varias palabras técnicas en inglés y se encargó de explicar una por una a los dirigentes peronistas.

Durante el largo discurso del “Coqui”, varios no aguantaron y se retiraron disimuladamente. “No quiero entrar en tecnicismos”, dijo Capitanich cuando había superado la hora de discurso. Ahí fue cuando los congresales no aguantaron más y comenzaron a silbarlo entre risas y a pedirle que termine de una vez.

Capitanich se tomó en risa hoy a una nota de Clarín donde se destaca que “fatigó a la concurrencia” con su discurso. “Después de una larga y aburrida exposición de mi parte, como dice algún diario”, dijo riéndose en su conferencia de prensa matinal.

Pero el Gobierno no sólo mandó a “Coqui” a dar clases sobre la deuda externa sino también para que imponga una declaración de apoyo a Boudou en el texto que firmaron los congresales, y que está casi dedicado en su totalidad al tema de los buitres.

“Rechazamos el linchamiento mediático y el intento de aprovechamiento político que la oposición y sectores económicos concentrados realizan sobre la situación judicial del Sr. Vicepresidente de la Nación, compartiendo la resolución adoptada hoy por la comisión de Juicio Político de la Cámara de Diputados de la Nación que rechazó un pedido formulado por legisladores opositores”, dice el texto.

Según pudo reconstruir LPO, la imposición de ese párrafo no fue consensuada entre todos los dirigentes y ni siquiera se debatió. “Se habló informalmente y salió como venía”, dijeron a este medio.

Pero los 75 minutos de discurso de Capitanich sirvieron también para que muchos dirigentes se dieran una vuelta por los pasillos del histórico edificio de la calle Matheu y coincidieran en su preocupación por el impacto del caso Boudou.

Los más preocupados fueron tres gobernadores que expresaron su temor por las consecuencias del procesamiento del vicepresidente en la campaña electoral de 2015. Los mandatarios provinciales dieron cuenta de que este tema les está impidiendo poner en marcha su campaña y no pueden hablar de otra cosa que no sea Boudou.

El comentario repetido es que el Frente para la Victoria ha quedado muy pegado a este tema y la defensa de Boudou pone a los gobernadores en un lugar casi indefendible. “Es un tema muy serio y un lastre importante para 2015 sino le damos un corte”, afirmó un dirigente.

Algunos pronostican que si para el año que viene no se soluciona este tema para la campaña electoral del año que viene, la campaña será imposible. Así se explica que el respaldo haya sido más bien tibio y obligado, aunque eso no logró que el nombre de Boudou haya quedado pegado al peronismo en los títulos de los diarios de hoy.

“Es un tema muy, muy complicado. Es nuestro vicepresidente y no podemos entregarlo a Clarín y compañía”, se lamentó ante LPO uno de los peronistas que participó de la reunión del Congreso. Sin embargo, aún los que sostienen esa posición, reconocen que el impacto del caso es atroz.

La preocupación del PJ quedó expresada en una declaración de Sergio Urribarri, que ayer no estuvo en la reunión partidaria por las inundaciones en su provincia. "Para el gobierno nacional es una complicación tener a su vicepresidente procesado", afirmó el entrerriano, que aspira a competir por la presidencia en 2015.

El fiscal del caso Ciccone, Jorge Di Lello, ya adelantó que el oficialismo podría tener otra mala noticia en plena campaña electoral en 2015. Según explicó el fiscal, la causa podría ser elevada a juicio oral a mediados del año próximo. Escándalo asegurado para el peronismo.

"A nadie le gusta tener en su gobierno a alguien que esté procesado, sin duda", blanqueó hoy el diputado nacional y apoderado del Partido Justicialista, Jorge Landau.