El PRO busca un acuerdo con el frente Unen para avanzar en uno de los pocos pedidos que hizo Mauricio Macri a la Legislatura en el discurso de apertura de las sesiones ordinarias de 2014, que estipula la creación de un instituto para evaluar a todo el sistema educativo, incluidos los docentes.

La evaluación docente es uno de los puntos fundamentales de la reforma educativa que llevó adelante el presidente ecuatoriano Rafael Correa y que el jefe de gobierno, como adelantó LPO, quiere copiar.

A fines del año pasado, Macri les pidió ayuda a Elisa Carrió, Pino Solanas y a los radicales para que votaran la creación del instituto, luego de citar los resultados del último informe Pisa, la evaluación internacional que analiza el rendimiento educativo de alumnos de 15 años en 65 países, que indicó que Argentina retrocedió al puesto 58.

Pero pese al pedido de Macri, los legisladores de los bloques que ahora integran el frente Unen no quisieron votar el proyecto y ni siquiera estuvieron de acuerdo en abstenerse para permitirle la mayoría simple al PRO, por lo que el proyecto se cayó tras una maratónica sesión de 10 horas.

Ahora, el bloque macrista buscar acercar posiciones con el interbloque de Unen para hacer un nuevo intento con el proyecto que ya está siendo tratado en la comisión de Educación que preside Victoria Morales Gorleri (PRO).

Unen, por su parte, presentó un proyecto propio que propone que se cambie el nombre “Instituto” por el de “Unidad” y que la Legislatura tenga representación en el organismo a través de la elección de tres directores generales. En tanto que el legislador del MST, Alejandro Bodart, también presentó un proyecto al respecto.

Antecedente violento

No es la primera vez que el PRO busca el respaldo de la “centroizquierda” para un proyecto semejante.

En 2011, la Coalición Cívica fue clave para que el PRO avanzara con otra ley clave en el ámbito educativo. Por la dura resistencia de los gremios, en especial aquellos afines al kirchnerismo, el macrismo no lograba avanzar con un proyecto para eliminar las llamadas Juntas de Clasificación docente.

Pero el entonces legislador Sergio Abrevaya, de la Coalición, presentó un proyecto para eliminar la mitad de las Juntas y destrabó las negociaciones.

La ley fue sancionada tras una tensa sesión en la que debió intervenir la Policía Metropolitanab con balas de goma, luego de que los manifestantes que se oponían al proyecto tiraran piedras e incendiaran una puerta del Palacio Legislativo.