Mauricio Macri terminó con las aspiraciones de Horacio Rodríguez Larreta y José Torello de convertir en juez al polémico ex funcionario de la Agencia Gubernamental de Control (AGC), Martín Farrell.

El jefe de gobierno no quiso quedar pegado en medio de su campaña a la cuestionada designación del ex director de Habilitaciones de la AGC que fue uno de los tres funcionarios porteños imputados en la causa por el derrumbe en el boliche Beara que causó la muerte de Ariana Beatriz Lizarraga y Leticia Provedo.

El pliego de Farrell ingresó el mes pasado a la Legislatura y era resistido incluso por algunos legisladores del propio bloque del PRO, que no estaban de acuerdo en votarlo como juez por su vinculación con la causa de Beara.

Pero pese a esa resistencia, Farrell tenía el camino allanado al juzgado porque no sólo tenía el fuerte respaldo del jefe de gabinete, Horacio Rodríguez Larreta, sino que supuestamente tenía la promesa del propio Macri al apoderado del PRO, José Torello.

Es que Torello se queja de que la Justicia porteña está en manos de su principal rival en el mundo judicial de la Ciudad, Daniel “Tano” Angelici, y exigía la designación de Farrell como una compensación.

Pero por sobre todo, Farrell no necesitaba el voto de los legisladores para convertirse en juez. Es que la Constitución de la Ciudad establece que el pliego debe ser aprobado dentro de los 60 días luego de su presentación, y si no es tratado en el recinto, se considera aprobado automáticamente.

Además, hace dos semanas la jueza de instrucción Alicia Iermini sobreseyó a Farrell, lo que pareció ser una señal de que avanzaría el pliego del ex funcionario.

Pero si bien el PRO tenía la alternativa de dejar correr los días para que Farrell se convirtiera en juez de manera automática, esta tarde rechazó el pliego del ex funcionario en la Junta de Ética por pedido del propio Macri.

Es que los propios legisladores del PRO se quejaban de que ese mecanismo era demasiado polémico e incluso había recibido amparos en contra por parte de asociaciones civiles, el legislador Alejandro Bodart y los familiares de las víctimas del derrumbe.

Antes de que la Junta de Ética, en la que el PRO tiene mayoría, rechazara el pliego, la audiencia pública obligatoria para tratar el pliego se llenó de asistentes pese a que el encuentro fue pautada casi a la misma hora en la que Argentina jugó contra Nigeria en el mundial de fútbol de Brasil. En la audiencia Farrell recibió 14 impugnaciones.

Tras el rechazo del pliego, la Legislatura sesionará mañana y los legisladores deberán votar a favor o en contra de ese rechazo en la sesión. No hay dudas de cómo votarán los legisladores del PRO tras la intervención de Macri.