El escándalo que sacudió a la consultora Poliarquía y determinó la salida de uno de sus directores se trasladó a la Fundación RAP (Red de Acción Política) que manejan los propios socios de la encuestadora.

La RAP se es autodefine como “una fundación plural y apartidaria que tiene como misión hacer un aporte hacia la formación y el fortalecimiento de la dirigencia política en Argentina a partir de un auténtico espíritu republicano, una vocación de fortalecer el marco institucional y un conjunto de valores, principios y conductas compartidas”.

Pero en concreto siempre se dedicó a relacionar políticos entre sí –casi todos del arco opositor al kirchnerismo- y hacerles el lobby con empresas.

Las empresas que financian la RAP y figuran como sus socios principales son Coca-Cola, Arcos Dorados (McDonald´s), JP Morgan, Techint, Arcor y los bancos Galicia, HSBC y Santander Río. Entre los socios adherentes aparecen la Barrick Gold y el Banco Hipotecario, y entre los sponsor principales Telefónica, IBM y el Banco Francés.

En tanto que los políticos preferidos de la conducción de RAP que forman parte del staff son Gabriela Michetti, Ernesto Sanz, Hermes Binner, Margarita Stolbizer, Federico Pinedo, Oscar Aguad y María Eugenia Vidal. También hay kirchneristas como el gobernador de Chubut, Martín Buzzi y su par de Salta, Juan Manuel Urtubey.

Ahora, la Fundación se terminó convirtiendo en una agencia de viajes VIP para políticos, a quienes lleva a recorrer el planeta para que den charlas y hagan cursos de capacitación. En ese sentido le quitó ese lugar a la Fundación Universitaria del Río de la Plata (FURP), que hace una década manejaba la agenda de viajes al exterior de los políticos argentinos.

Efecto Poliarquía

La vocación de RAP de “fortalecer el marco institucional” y de generar una “amistad cívica” de políticos de distintos partidos tuvo un sacudón el año pasado, cuando los directores no pudieron evitar que la gobernadora de Tierra del Fuego, Fabiana Ríos, abandonara la Fundación por su enfrentamiento con el intendente de Ushuaia, Federico Sciurano, que también integra la cofradía.

“No pueden atajar ni una interna en la provincia más chica del país”, señaló a LPO uno de los integrantes de RAP.

Pero el conflicto mayor que sacudió a RAP fue el reciente escándalo en Poliarquía. Como anticipó LPO, uno de los fundadores de la consultora, Sergio Berensztein, renunció el mes pasado por fuertes diferencias con el resto de los directores, en especial con Fabián Perechodnik.

Las principales diferencias entre Perechodnik y Berensztein fueron por dinero, no de las encuestas sino de trabajos de "asesoramiento". La pelea entre socios estuvo cerca de terminar en Tribunales.

La pelea se trasladó automáticamente a RAP, cuyo presidente y CEO es Alan Clutterbuck, otro de los directores de Poliarquía. Perechodnik es Secretario de RAP y Berensztein es uno de los integrantes del Consejo Asesor.

La posible fractura y posterior desaparición de RAP tiene preocupados a algunos de los dirigentes que gozan de las bondades de pertenecer a la “Clase A” de políticos y que verían diezmados sus viajes al exterior si los ex compañeros de Poliarquía hacen volar la Fundación por los aires.

Michetti, Sanz y Stolbizer son algunos de los integrantes de la “Clase A” que también integran Pinedo, Aguad y María Eugenia Estenssoro, los más beneficiados con los viajes por el mundo que financia RAP.

Sin embargo, la disolución de RAP no la lamentarían algunos de los integrantes que tienen un menor nivel de conocimiento y se quejan de que siempre viajan los mismos.

“Hace tres años soy miembro y no me llevaron ni a la esquina”, aseguró a LPO uno de los integrantes de la “Clase B”, que pidió mantener su identidad en reserva.

Es que los miembros de RAP firman una “Carta de Compromisos Recíprocos" que funciona como un acuerdo de confidencialidad. Tiempo atrás, los directores de Poliarquía quisieron imponer la firma de un “Decálogo de buenas costumbres” por parte de todos los integrantes de RAP, pero a éstos ya les pareció demasiado.