El titular de YPF, Miguel Galuccio, le marcó la cancha al gobernador de Neuquén, Jorge Sapag, a sólo un día de la reunión que mañana mantendrán los gobernadores de las provincias petroleras con Cristina Kirchner.

YPF envió un comunicado recordándole a Sapag que sólo durante 2013, la empresa le pagó a Neuquén 2.177 millones de pesos en concepto de regalías y 537 millones de pesos en ingresos brutos. Y la empresa superó los 10.000 empleos, entre directos e indirectos, solamente en Neuquén.

La advertencia de Galuccio se da luego de que Sapag y su par mendocino Francisco “Paco” Pérez comenzaran a tejer una alianza para resistir la ley ideada por el titular de YPF, que pretende excluir de las explotaciones a las empresas provinciales que ingresan sin invertir nada y según su posición, vuelven antieconómicas las millonarias inversiones que necesita el país para recuperar el autoabastecimiento.

Una posición similar, pero mas explícita lanzó el gobernador de Chubut, Martín Buzzi,  la semana pasada a través su ministro de Coordinación de Gabinete, Juan Garitano. "No vamos a ceder ni devolver lo que hemos ganado en este tiempo a partir del Marco Regulatorio Hidrocarburifero", advirtió el funcionario de Chubut.

Se trata de una pelea brava la que esta librando Galuccio, que como reveló LPO, tiene el respaldo pleno de Cristina Kirchner, pese a las zancadillas que le intantan hacer otros miembros del gabinete como Julio de Vido, que aprovecha para intentar recuperar algún rol en el tema energético, del que fue desplazado por Axel Kicillof y Galuccio.

Cristina juega fuerte

Según la información a la que accedió LPO con fuentes que llevan adelante estas complejas negociaciones, Cristina tiene decidido avanzar mañana lo más posible con el proyecto de ley que defina un marco general para la explotación de yacimientos de petróleo y gas, pese a las objeciones que presenten los gobernadores.

De hecho, Cristina sabe que los gobernadores dificilmente logren mayorías en el Congreso para tratar su proyecto, ya que la presencia legislativa de las provincias petroleras es exigua.

Quien negocia la ley marco con legisladores de todos los bloques es Lucila Crexell , senadora del Movimiento Popular Neuquino y sobrina de Sapag, pero alejada de él y proclive a una norma que define reglas generales para la explotación de hidrocarburos.

“Se trata de un instrumento jurídico sobre la forma de acceso a las áreas petroleras. Esto no toca la ley corta. Las provincias siguen siendo las que tienen el poder concedente ”, le dijo Crexller a LPO días atrás.

Bajo la consigna de lograr condiciones óptimas para inversiones, el borrador señala que todas las áreas deben adjudicarse mediante licitación pública, las regalías pueden crecer de 5 a 12% y propone una unificación del cobro de ingresos brutos en todas las provincias petroleras.

Sapag no está seguro: además del frente que armó con Paco Pérez y el chubutense Martín Buzzi, llama a diario a Guillermo Pereyra, senador neuquino, jefe del sindicato de petroleros de Neuquén y presiente de la Comisión de energía, petróleo y gas.

Pereyra fue ubicado en ese cargo por gestión de Zannini, quien lo quería de aliado para negociar una ley marco pero no lo consiguió.

“Espero que los gobernadores no firmen ningún acta que vulnere los intereses de las provincias productoras de petróleo y gas. El pueblo de Neuquén quiere saber porque ya estamos cansados de cláusulas secretas”, dijo Pereyra, en alusión al convenio con Chevrón.

El punto que más altera a Sapag es los límites que Galuccio pondría a las empresas provinciales de energía, creadas por los gobernadores para controlar las áreas.

DE hecho, la mayor bronca de Galuccio es con Sapag, quien armó una empresa provincial llamada Gas y Petróleo de Neuquén (G&P), presidida por el ministro de Economía Guillermo Cocco.

Hace meses que Cocco gira por el mundo buscando inversores. Para marcar la cancha, Sapag llegó a hacer circular un borrador de un proyecto de ley provincial que obligaba a las empresas a devolver a G&P cada área una vez finalizada la licitación. El proyecto nunca fue presentado, pero la advertencia hizo ruido en YPF.

“Las ganancias del petróleo neuquino no van para inversiones sino para comprar letras provinciales que terminan en el pago de sueldos. O sea, agrandan el Estado con la plata de los hidrocarburos y el país tienen un déficit energético alarmante”, se indignó ante LPO uno de los técnicos que trabaja en el proyecto de ley. Cristina podría dirigirse con términos similares mañana, cuando los gobernadores la escuchen sentados en Olivos.