Primero fue la foto que hizo circular Paco Pérez con sus pares de Chubut, Martín Buzzi, y de Neuquén, Jorge Sapag. Luego, una reunión con Julio de Vido donde analizaron “el tema petrolero”. Ahora comunicaciones diarias con su par neuquino, el representante del territorio donde se asienta el mega yacimiento de Vaca Muerta.

“Ayer dejamos de hablar con Sapag pasadas las 11 de la noche, porque este es un tema que nos ocupa y preocupa mucho”, reveló el mendocino en un mensaje teledirigido a la torre de YPF en Puerto Madero.

Es que Pérez y Sapag avanzan contra reloj en el intento por acordar una posición común que logre frenar el próximo lunes al CEO de YPF, Miguel Galuccio, en la reunión que los gobernadores petroleros mantendrán con Cristina Kirchner.

La cumbre fue convocada a instancias de Galuccio para intentar acordar un nuevo marco legal que permita destrabar la tanda de inversiones que el CEO de YPF necesita para acercar un paso más al país a la deseada meta del autoabastecimiento.

Para lograrlo, Galuccio necesita acotar el rol de las empresas de energía provinciales que los gobernadores quieren imponer en el negocio y que según el ejecutivo aumentan los costos de las operaciones al punto de volverlas inviables económicamente.

Como anticipó ayer LPO, ambos gobernadores ya recibieron un primer borrador de la reforma legal que impulsa Galuccio, y observan con preocupación que sus empresas (la mendocina Emesa y la neuquina Gas y Petróleo) podrían salir perjudicadas. Por eso, lo están estudiando y desmenuzando en conjunto. Pérez hará lo que haga Sapag, consciente de que el neuquino es el que más poder de negociación tiene porque su provincia contiene el 70% de Vaca Muerta y mismo porcentaje de las reservas de gas y petróleo del país.

Tensión creciente

Las expectativas no son buenas respecto al borrador de Galuccio. Apenas recibió el borrador Paco, se lo envió a su ministro de Hacienda, Marcelo Costa, quien le bajó el pulgar. Le detalló en un informe que de convertirse esta propuesta en ley, Mendoza sólo recibiría ingresos por regalías, con una muy acotada participación en la rentabilidad de la extracción a través de Emesa. No es la idea del gobernador mendocino.

La empresa provincial de energía, se creó bajo la gestión Pérez justamente para asociarse con YPF y lograr sacarle mayor jugo al petróleo mendocino. “Podemos discutir muchas cosas, pero lo importante es que el petróleo es de la provincia, y eso lo vamos a defender”, afirmó Pérez este miércoles.

Pero para poder hacer valer su postura, necesita a Sapag de su lado. La diferencia es que con el neuquino, YPF está dispuesto a negociación, por la magnitud de sus reservas. No es el caso de Mendoza. Hace dos semanas, se produjo un escándalo -anticipado por LPO- cuando la petrolera estatal decidió no presentarse en una licitación de 8 áreas petroleras secundarias que licitó la provincia. El desplante hizo estallar a Pérez, quien acusó a Galuccio por presionar para que Emesa no tuviera participación en el negocio.

Inmediatamente, desde la petrolera, su gerente de asuntos públicos, el mendocino Adolfo Sánchez, retrucó con un comunicado en el que acusó a Emesa de querer una participación “amplia” en la UTE que formaría con YPF, “sin invertir ni arriesgar casi nada”.

El presidente de Emesa, Alejandro Neme, contestó a las acusaciones y fijó postura en el conflicto, en una larga columna publicada esta miércoles en diario Los Andes. Además de criticar al matutino del Grupo Clarín por “politizar” la controversia, aclaró que Emesa ha cumplido sus objetivo y su potencial es “enorme”. Por ejemplo trajo a colación la mentada licitación que descartó YPF: “Se hizo en 5 meses sin recusaciones ni quejas”. En ese punto Neme dio en el clavo, porque otras licitaciones, algunas realizadas por Julio Cobos en el 2006, llegaron a demorar años en cerrarse, o se declararon desiertas o con algún ganador sospechado (como lo fue el Grupo Uno de Daniel Vila y José Luis Manzano con su ignota petrolera Andes Energía).

Con todo, la situación en Mendoza es preocupante. Incluso el senador nacional radical Ernesto Sanz bregó por una negociación rápida. “Hay que solucionar este tema, porque sin YPF la provincia no puede encarar ningún negocio”, dijo, y afirmó que apoyará el debate, “a favor de Mendoza”.