El presidenciable k Sergio Urribarri se lanzó de lleno a explorar alianzas en la Tercera Sección, la zona más potente del conurbano. Darío Díaz Pérez lo recibió hoy en Lanús, Fernando Espinoza hizo lo propio en La Matanza, Jorge Ferraresi en Avellaneda y Francisco “Barba” Gutiérrez en Quilmes. El mapa en la Primera es más riesgoso, copado por las fuerzas de Sergio Massa.

En cada visita Urribarri pasó por las universidades locales, algunas recientemente creadas como la de Avellaneda, para no perder la llama de la liturgia kirchnerista. En rigor, en Quilmes la excusa del encuentro fue más curiosa: llegó al distrito a presentar la XX Fiesta Provincial del Surubí Entrerriano.

Los jefes comunales respaldaron al candidato presidencial de Entre Ríos, con claras definiciones de adhesión. Sin embargo, después de los encuentros buscaron bajar el tono a las declaraciones y abrieron el juego a los otros precandidatos del Gobierno.

Urribarri estuvo hoy en el despacho de Díaz Pérez, visitó la universidad que conduce Ana Jaramillo y cerró un acto en el consejo del PJ local.

Desde el entorno del intendente se atajaron ante LPO: “No es un cierre, para nada. Es el gobernador de Entre Ríos, y como tal lo recibimos. Es un compañero y un candidato más, que ha decidido decirlo. Mañana viene el gobernador, Daniel Scioli. Y lo mismo haríamos con el Chivo Rossi, con Randazzo”.

“Urribarri tiene el acompañamiento del peronismo matancero”, dijo Fernando Espinoza al recibirlo a mediados de mayo. Fuentes cercanas al intendente consideraron, sin embargo, que aún “faltan 17 meses para las elecciones y recién a fin de este año se van a empezar a delinear las candidaturas. Ahora estamos ocupados en la gestión”, sostuvieron.

Espinoza es además jefe del PJ bonaerense. En La Matanza se dice que más que en el distrito, el intendente está dedicado full time al fortalecimiento interno del PJ provincial.

Urribarri también estuvo en Banfield en un encuentro con Gabriel Mariotto, y en La Plata con Pablo Bruera.

Los distritos de la Primera Sección son más difíciles para el kirchnerismo duro. En todo caso, ahí es el ministro del Interior el que lleva ventaja. Con la renovación de las líneas de trenes Sarmiento y San Martín, Randazzo es el mejor instalado en esa zona.