General Motors profundiza las políticas anticíclicas que están afectando al sector y que comenzaron a partir de medidados de mayo y que por ahora y públicamente, consisten en la suspensión de la producción los días viernes durante todo el mes de junio.

Sin embargo, LPO pudo saber que hacia adentro de la empresa las políticas de recursos humanos se endurecieron. Traslados de personal a sectores de la producción que requieren de un esfuerzo físico más importante son algunas medidas para alentar a los trabajadores a aceptar retiros voluntarios.

"Están ofreciendo entre 60 a 70 mil pesos por año de trabajo a quienes adhieran a un retiro. Aparte, los muchachos están muy preocupados por los rumores que circulan en la planta" sostuvo en contacto con este medio un trabajador de la firma.

Es que los rumores no sólo advierten de una posible reducción del salario en un 35% hasta fin de año, también la empresa estaría evaluando extender las suspensiones a cuatro días a la semana a partir de julio.

A la incertidumbre con que viven por estas horas los trabajadores se le suman la inacción de SMATA que más allá de algún comunicado aún no ha definido ninguna medida.

Lo cierto es que la caída de las exportaciones a Brasil, el deterioro del poder adquisitivo junto a un aumento considerable de las unidades en el mercado local derivó en una crisis sectorial que aún no encuentra cauce.

Los beneficios a GM

Desde su instalación en 1997, la automotriz contó con importantes beneficios tanto del estado nacional como provincial. Infraestructura, carretera, servicios subsidiados e importantes exenciones impositivas fueron algunos de los incentivos para su radicación.

Se calcula que de forma directa e indirecta los gobiernos destinaron más de 100 millones de dólares, sin contar las compras de unidades que realizó el gobierno de Carlos Reutemann durante su gestión sin previa licitación.

Para algunos memoriosos, hoy GM "busca un salvavidas como el de la otra vez" afirmó una fuente ligada al sindicato en relación al crédito que el gobierno nacional le otorgó a GM con fondos del ANSES en el 2009.

En esa oportunidad, Cristina Kirchner otorgó un préstamo del ANSES de 70 millones de dólares a la empresa lo que permitió financiar el 58% del proyecto VIVA para la fabricación del modelo Ágile. El crédito permitió que la automotriz diese marcha atrás con más de 300 despidos programados por entonces.

Según Salvador Di Stéfano, el prestigioso economista rosarino, el mercado automotriz sufrió un importante impacto desde el significativo aumento de los impuestos a las unidades de alta gama:

"Las agencias que se les redujo las posibilidades de vender autos de alta gama se vieron obligadas a aumentar los precios del resto de las unidades para nivelar las bajas" sostuvo en comunicación con AM Libertad.

"Si vos dejas de comprarle a Brasil autos de alta gama, que es donde se fabrican, obviamente Brasil te va a dejar de comprar a vos" concluyó el especialista.