El ministro porteño de Cultura, Hernán Lombardi, se tomó casi en broma la insólita "investigación" que le realiza el Instituto Nacional contra la Discriminación, la Xenofobia y el Racismo (Inadi) por ser el supuesto creador del personaje tuitero "Doctora Pignata", aunque también cuestionó duramente el manejo del organismo.

"Hace unos días recibí en mi despacho la notificación de una investigación de oficio del INADI sobre la cuenta @drapignata de la red social Twitter. Como ya indiqué en radio, televisión y Twitter, yo no la administro, pero disfruto de su humor negro y sarcasmo", escribió el funcionario en Facebook.

"Mi primera impresión al recibir la carta fue reírme frente a algo tan absurdo, pero después empecé a preocuparme. Me preocupa que un organismo estatal, cuya función es ser un observatorio contra la discriminación, dilapide los recursos de todos los contribuyentes (el expediente ya lleva 35 fojas) en perseguir expresiones de humor que permiten las nuevas tecnologías", continuó Lombardi.

Pero lo más desopilante es la respuesta formal del ministro a la notificación que le mandó un asesor legal del Inadi solicitándole un descargo.

"Con relación a la solicitud de descargo y la información que surge de las copias acompañadas, manifiesto que no conozco a la Doctora Alcira Emilse Pignata, ni a su empleada doméstica Olga, ni a su fiel mascota el perro Sidito", respondió, ácido, Lombardi.

La Doctora Pignata es uno de los 'fakes' más famosos de Twitter. Representa a una abogada de zona norte, xenófoba, fascista, fanática de Jorge Rafael Videla y un poco macrista. Olga es su empleada doméstica, a quien en su ficción maltrata sin piedad. "Ni yo me acordaba de Sidito", bromeó hoy la Doctora.

El mes pasado, Pignata fue noticia cuando desde su cuenta salió un tuit con link a la cuenta de Instagram de Lombardi. Los medios oficialistas concluyeron que en realidad Pignata era Lombardi y el ex candidato kirchnerista Alex Freyre anunció que denunciaría al ministro.

En su descargo, Lombardi también le recomendó irónicamente al Inadi que no se tome en serio el humor. "En cuanto a su misión de observar conductas en personajes de ficción les sugiero algunas ideas. La discriminación que sufre el Indio Patoruzú por parte de Isidoro Cañones, Micky Vainilla y su persistente burla a la pobreza o Violencia Rivas y sus incitaciones a la agresión. El racismo del sicario Boogie el Aceitoso. El desprecio hacia los sectores de bajos ingresos y a niñitos ibéricos que desde hace ya 50 años hace la niña Susanita. La lista sería enorme".

En su texto en Facebook, Lombardi opinó que "utilizar el aparato estatal para censurar contenidos de internet, es algo propio de un Estado autoritario" y recordó la censura a la revista Humor. 

"El humor, y sobre todo el humor político, por más duro y corrosivo que sea, es un fuerte antídoto contra el abuso del poder. Y, además, la ironía puede tener una fuerte dosis de crítica de época. Aunque esto requiere cierta dosis de raciocinio para evitar la interpretación literal de los personajes de ficción", chicaneó.

El tema incluso llegó a las páginas editoriales de Clarín: Ricardo Roa le dedicó su editorial de hoy a la Doctora.