Los aumentos que en los últimos días fijaron los prestadores de medicina privada sobre las obras sociales amenazan con una grave crisis en ese sector de la salud. Distintas prepagas comenzaron a recibir notificaciones por parte de sus sanatorios, clínicas y centros de diagnóstico actualizando el costo de sus servicios en hasta un 20%.

Los prestadores argumentan que es imposible ignorar la crisis que afrontó la economía en el primer trimestre del año.

“El sector de los prestadores privados de la salud tuvo gravísimos alcances, entre ellos aumento desmedido de medicamentos, de insumos descartables y el consiguiente agotamiento de stocks, imposibilidad de reposición de equipos o adquisición de repuestos tecnológicos”, dice la carta que un sanatorio cordobés envió a una obra social y que LPO pudo tener acceso.

El escenario asoma como un conflicto de grandes proporciones si la Superintendencia de Servicios de Salud no autoriza a la medicina prepaga a subir las cuotas de los afiliados.

“Durante todo el primer trimestre, la crisis ha sido soportada y este sanatorio no ha recibido el acompañamiento desde los precios ni los plazos de pagos”, agregan.

Por eso, solicitan una actualización de un 18% en sus aranceles a partir del 1 de mayo

“con el objeto de peer cubrir en parte, los incrementos de costos que se están dando actualmente en el sistema de salud”.

Además los prestadores destacan que cámaras y asociaciones de prestadores han hecho llegar pedidos de adelanto de paritarias. Requerimientos que aseguran son imposibles de cubrir sin una recomposición arancelaria.

En tanto, algunos prestadores ya amenazan con la interrupción de los servicios. "Atento a que el incremento de aranceles por Ustedes otorgado recientemente ha sido insuficiente, de no mediar un incremento del 19% a partir del 1 de mayo, no garantizamos la continuidad en la prestación de servicios a vuestros afiliados", dice la misiva enviada por un sanatorio de Santa Fe.