Cuando debutó en política, se la presentaba siempre como la sobrina nieta de Eva Perón. Nueve años después, la arquitecta Cristina Álvarez Rodríguez se distingue por ser la primera kirchnerista que se sumó al proyecto del sciolismo para cruzar la frontera de 2015. En el piso 16 del Banco Provincia y mientras atiende los llamados de intendentes que piden y reclaman, la ministra de Gobierno de Daniel Scioli reivindica la etapa que condujeron Néstor y Cristina Kirchner y la compara incluso con los mejores años del peronismo de Perón. Sin embargo, apuesta por el gobernador bonaerense y lo ve como un hombre pleno de cualidades.
Su caso fue, hasta hace poco, una excepción pero ahora puede anticipar el pase de otros que acompañaron al gobierno nacional y se preparan para migrar o sobrevivir. La Cristina de Scioli rechaza los análisis que ven a su jefe como el encargado de “alvearizar” al kirchnerismo, en un eventual cuarto mandato de un mismo espacio, cada vez más conservador. Dice que el ex motonauta es audaz y que, si llega finalmente a la Presidencia, no va a ser empleado de nadie. Además, asegura que hasta La Cámpora va a tener espacio en el tinglado que está armando Scioli.
¿Por qué dice que el sciolismo es la mejor continuidad del kirchnerismo?
Primero, en términos de cualidades personales, creo que Scioli es el mejor candidato no sólo para dar continuidad al proyecto, sino para producir los cambios y ajustes necesarios que un proyecto de diez años de trabajo y de logros necesita. Y en términos de gestión por cosas concretas que ha hecho en la provincia, como el tema de las reformas fiscales que permiten el mayor federalismo de la historia de la provincia, al haber aumentado la coparticipación al 430 % a los municipios y al haber cambiado la matriz tributaria. Antes, la provincia estaba atada al impuesto inmobiliario y ahora está atada a la producción, con ingresos brutos a la industria, al campo, a la telefonía celular y al cable o el impuesto a la herencia. Son temas realmente interesantes.
¿Eso alcanza para ser Presidente?
Es un hombre con mucha experiencia en materia de gestión, ha sido ministro, vicepresidente, diputado, el gobernador más votado de la historia. Y después, están sus cualidades personales. Es un hombre leal, consecuente y confiable: tiene una templanza y una capacidad de generar acuerdo y diálogo y consensos que creo que Argentina necesita.
Usted tiene trato directo con los intendentes y defiende los fondos que les da la provincia. ¿Por qué entonces los que se van al massismo cuestionan el reparto de la coparticipación?
Hay mucha ingratitud. Yo creo que es muy importante que la oposición critique la gestión del gobierno: es natural y es bueno. Pero a mi me gustaría que también hagan los reconocimientos. La coparticipación en Buenos Aires aumentó del 16 al 20 % y aparte el Fondo Educativo Nacional -que ahora va directo a los municipios- me gustaría que esos intendentes que hablan de las carencias puedan contar cómo se benefician ellos. Por eso, estos municipios que se quejan tienen varias nóminas salariales guardadas en el banco y pueden hacer política de una manera sin depender de nadie.
¿Dice que no existiría el massismo sin esa autonomía financiera?
No, yo soy muy respetuosa de la oposición. Daniel ha tenido el criterio del federalismo fiscal para que le dinero esté más cerca de los vecinos y se den soluciones más rápido.
De Menem a Scioli
¿Cómo la cambió su paso a la función pública en la provincia y del kirchnerismo al sciolismo?
Soy peronista desde que nací y siempre estoy en el peronismo. Yo voté a Menem también y me hago cargo. Los partidos gobernantes tienen aciertos y errores, que es importante advertir y corregir. Pero los partidos gobernantes tienen también una gran capacidad de producir cambios. Hoy me siento plena y contenida. Cuando no me he sentido así, me he apartado.
¿Por qué el kirchnerismo no pudo parir un candidato propio para la etapa que viene?
Estos 10 años han tenido grandes logros y ha sido una etapa gloriosa del peronismo, con crecimiento en derechos en materia social como en aquella época de los 40 y los 50. Pero esta etapa política da muchos candidatos, no da uno solo. Y eso también habla bien de este movimiento, que es el peronismo, que hizo la reforma política y planteó las PASO como la instancia para elegir al mejor candidato.
¿Qué quiere decir la invocación repetida que hace toda la oposición y también Scioli, de que viene una etapa de más diálogo y consenso?
Implica que cuando uno encuentra un país en llamas, hubo que tomar decisiones drásticas y duras. Situaciones que tenían que ver con la emergencia, con un marco desolador y con una falta de credibilidad en la política. Ese país quedó atrás.
El kirchnerismo diría que implica también una renuncia a la audacia que el gobierno tuvo en algún momento.
¿Te parece poco audaz ponerle impuesto a la telefonía celular, al cable o a la herencia o al feedlot? Yo no conozco ninguna otra provincia que lo haya hecho.
Usted dice que Scioli es audaz.
Scioli es audaz. Pero no temerario. Es audaz y plenamente conciente de las cosas que hay que hacer y de no retroceder en las cosas que nos han traído beneficios hasta el presente. Nosotros somos agradecidos de las políticas nacionales y consecuentes. A lo largo de 10 años fuimos parte constructora de este proyecto. Por eso cuando otros se van, uno se pregunta cómo podrán explicar a quienes los votaron, que hasta hace meses agradecían y ahora hablan del gobierno como si fuera el demonio. La coherencia es un valor en la política que escasea. Scioli tiene ese valor y tiene también responsabilidad.
Scioli no es Alvear
En las redes sociales, se habla de Scioli como la etapa de “alvearización” del kirchnerismo. Scioli vendría a ser lo que fue Alvear para Yrigoyen. ¿Comparte ese criterio?
No sabía que se decía eso. Pero me parece una falta de respeto. La verdad es que mí me gustaba tanto, lo quiero y lo leo tanto a Yrigoyen y no tengo la misma simpatía por Alvear. Creo que a veces hay prejuicios basados en el desconocimiento de la gestión y de las personas. Es una gestión altamente progresista en salud, educación, seguridad e impuestos. Hay sectores que desconocen y etiquetan.
¿Entonces piensa que Scioli no es distinto del kirchnerismo?
No lo creo. Al contrario. Creo que él va a intentar hacer todas las cosas que Argentina necesita para llegar al desarrollo pleno. Y eso es un desafío enorme. Necesitamos de todos los partidos para eso.
¿Por qué cree que los grupos económicos –incluso los que se pelearon con el kirchnerismo- ven a Scioli como el más afín o permeable de los candidatos?.
Vos estás hablando de Massa.
Hablo de Scioli aunque pueda decirse lo mismo de Massa.
No, la verdad es que somos un gobierno que dialogamos con todos los sectores que se acercan a invertir y a desarrollar la provincia.
Scioli recibe y dialoga con todos pero eso no implica compartir ni acatar, ni ser empleado. Por eso, insisto en la persona que yo veo en Scioli: es un hombre con una madurez intelectual y política y unos valores personales que le dan independencia y capacidad de acción.
No lo condiciona nadie y toma decisiones con mucho coraje, después de consultar.
El futuro del kirchnerismo
¿Qué lugar va a tener el kirchnerismo después de 2015?
Creo que va a tener el mismo lugar, un lugar importante y de protagonismo. Hay que dejar de tener décadas tiradas a la basura. Hay mucha gente que apunta eso. Yo siento que la gente no quiere empezar de cero. Por eso le asigno a la Presidenta un rol preponderante, como una persona de consulta, de acción, de alto protagonismo en el tiempo que viene. Me parece una mujer que ha dado mucho por su país.
¿Cristina tiene que elegir un delfín o un heredero o declararse prescindente, como hizo hasta ahora?
Yo creo que ella va a permitir que todos aquellos que tienen vocación en el movimiento se manifiesten. Cristina es respetuosa de las inquietudes de cada compañero. Tenemos una herramienta formidable que son las PASO para elegir al mejor candidato
Pero entonces no coincide con los organizadores del encuentro kirchnerista en el Mercado Central, que la ven como la gran electora.
Ese encuentro reunió a más de 7 mil militantes y se debatieron políticas públicas. Yo insisto: no puedo hablar por ella, pero creo que va a haber muchos candidatos, recorrerán el país con sus propuestas y será el pueblo, como siempre, el que elije y el que tiene el veredicto. Tenemos mucha experiencia en ir para atrás y poca en avanzar juntos.
¿Qué lugar van a tener los gobernadores en un eventual gobierno de Scioli?
Daniel ha presidido y preside todavía el Partido Justicialista y tiene dialogo y amistades personales con todos los gobernadores. Es uno de ellos. Tiene una relación cercana y de consulta. Él consulta y aprende todo el tiempo. Está dispuesto a construir escuchando a todos los sectores y mucho más a los que gobiernan en Argentina.
¿Y qué lugar puede tener La Cámpora?
La Cámpora es un espacio de la juventud peronista y no hay que demonizar. Como en todos los sectores, podrá haber gente interesante o menos interesante. La juventud tiene al lado de Daniel alto protagonismo. De hecho, cuando nosotros asumimos éramos todo un gabinete de sub 40. El es un poco un puente entre las viejas generaciones y los que vienen. Facilita para que protagonicemos.
¿Descarta que Scioli y Massa puedan terminar juntos, como promueve Duhalde?
No lo veo posible. Claramente hay gente que eligió irse a la oposición y gente que decidió respetar el voto popular y construir en el espacio que integra desde hace 10 años. No puedo hablar por la oposición porque soy oficialista.
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Poco creíble la foto en la que la ministra aparece con la foto de la Duarte entre sus manos, como si estuviese protagonizando un deja vu.
Esta entrevista parece una devolución de favores : ¿ Veremos pronto banners naranjas en LPO ?