El fiscal federal Guillermo Marijuan pidió el sobreseimiento del empresario kirchnerista Lázaro Báez, del contador Daniel Perez Gadyn y del abogado Jorge Chueco, entre otros que estaban sospechados de supuesta extorsión al financista Federico Elaskar, para vender su financiera SGI.

Por medio de un dictamen fechado el viernes pasado, pero que trascendió hoy, Marijuán solicitó al juez Federal Sebastian Casanello –vinculado a La Cámpora- que resuelva el sobreseimiento de todos los imputados y el archivo y cierre de la causa.

Lo notable es que Marijuán es uno de los fiscales federales que más incomoda al Gobierno y acaba de imputar en otra causa, nada menos que a Carlos Liuzzi, el segundo del poderosos secretario Legal y Técnico, Carlos Zannini.

En su dictamen, Marijuán tuvo además conceptos durísimos para con su antecesor en la causa, el suspendido fiscal José María Campagnoli, tomado por parte de la oposición como una bandera del avance del kirchnerismo sobre la justicia independiente.

De hecho, la supuesta extorsión a Elaskar había sido planteada inicialmente por Campagnoli varios meses antes de la salida al aire del programa de Jorge Lanata, que con una entrevista al valijero Leonardo Fariña, destapó el escándalo.

En ese momento, Campagnoli no había avanzado en la causa mas que algunas fojas y ni siquiera había llamado a declarar a la supuesta victima: Federico Elaskar. Tras la salida al aire de la investigación del equipo de Lanata, que incluía una entrevista a Elaskar en la que denunciaba haber sido “apretado” para vender su financiera, Campagnoli empezó a mover la causa.

Pero todo cambio días después cuando el mismo Elaskar se desdijo de todo en el programa de Rolando Graña en América TV, en una movida que fue interpretada como fruto de presiones del poder.

A partir de ese momento Campagnolli ordenó una serie de medidas de prueba sobre Báez, sus familiares, sus empresas, y hasta el llamado a indagatoria del empresario kirchnerista.

En esos días la causa era llevada por la jueza Gabriela Lanz, que salto a la fama por haber intentado ser garante de la libertad de su pareja preso por narcotráfico.

El dictamen de Marijuán

"Observando y analizando minuciosamente la voluminosa información, no se puede en modo alguno tener por acreditada la supuesta extorsión que se denunciara como cometida a mediados del año 2011", sostiene el fiscal en su dictamen y cuestiona a Campagnoli por no haber ordenado medidas probatorias tendientes a demostrar tal hipótesis.

Marijuán subraya que esa falta de acción de Campagnoli dejó sin precisiones en cuanto a las circunstancias de modo, tiempo y lugar en que habría acontecido la supuesta extorsión y se indigna porque acumuló 50 cuerpos de actuaciones sin siquiera tomarle declaración a la supuesta víctima (Elaskar).

Según Marijuán, resulta un dato no menor el hecho de que Elaskar, luego de sus manifestaciones ante el periodista Jorge Lanata, se retractó de sus dichos “en tres oportunidades, una en televisión y dos en la justicia".

Destacó, además, que se había acompañado la documentación que habitualmente se confecciona en ese tipo de negocios lícitos. Marijuán concluyó entonces que en la causa "no hay víctima, ni algún elemento que nos lleve a controvertir la existencia de un verdadero negocio comercial sobre la firma SGI Argentina S.A." y señaló que en consecuencia “no cabe hacer ninguna imputación a Báez y a los otros sospechosos porque el propio Elaskar dijo que él nunca había sido extorsionado" para desprenderse de la financiera, ubicada en Puerto Madero.