"Si saco el transporte público adelante, me anoto en cualquier pelea", repite desde el año pasado Florencio Randazzo. La tarea que tiene por adelante es titánica y "cualquier pelea" no es otra que la presidencia de la Nación.
El ministro del Interior y Transporte sabe que su única oportunidad de competir en serio en las elecciones de 2015 es que finalmente se empiecen a ver los resultados de la "revolución ferroviaria". Es por eso que Randazzo y sus funcionarios más cercanos ya tienen diagramado un plan para renovar todos los trenes del área metropolitana y duplicar la cantidad de formaciones.
LPO accedió a los detalles de ese plan, que ya se empezó a ejecutar con las pruebas que se realizan con los nuevos trenes de la línea Sarmiento. Esa línea, la que genera más quejas de los usuarios, es la primera que sería renovada por completa.
El plan de Randazzo es que a fines de junio hayan ingresado ocho formaciones completas (una locomotora y nueve coches). Si ese paso se cumple, la idea es que a fines de agosto se renueve completamente con la puesta en funcionamiento de 25 formaciones (225 vagones). Actualmente, hay corriendo 12 formaciones, con lo cual se duplicaría la capacidad de la línea.
En tanto, Randazzo anunció hoy que desde la semana próxima quedará inaugurada la renovada línea San Martín, que "contará con 160 coches nuevos y 24 locomotoras totalmente renovadas". En julio, se terminarían de renovar las estaciones.
En el Belgrano Sur, el plazo previsto es el primer trimestre de 2015, para cuando se espera que lleguen 81 coches nuevos. Otra de las más problemáticas es la línea Mitre, cuya renovación recién podría ser completada a fin de año, según calculan cerca del ministro. Allí, se incorporarán 15 nuevas formaciones, con lo que llegará a 30.
En tanto, para la línea Roca los objetivos son dos. En principio, se aspira a la renovación de las formaciones para el primer trimestre de 2015 y la idea es pasar de 150 a 300 coches en funcionamiento. El segundo objetivo, mucho más complejo, es completar la varias veces prometida y nunca cumplida electrificación del ramal a La Plata, aunque el plazo inicial es 2016.
Es decir que el objetivo es renovar todas las líneas y duplicar la cantidad de formaciones que circulan por el área metropolitana. Se trata de una apuesta más que ya que abarca a un universo para nada despreciable de unos 2 millones de personas que usan los trenes a diario, más otros tantos que dejaron de usar el servicio por el calamitoso estado en el que se encontraba.
Por otro lado, Randazzo mira al interior y ya se trabaja en la renovación total de las vías del tren a Rosario, y se espera que en mayo de 2015 esté funcionando el ramal. Asimismo, en el ministerio se analiza de reactivar alguno de los ramales importantes del interior del país. Las opciones son tres: Córdoba, Tucumán o Bariloche. Al mismo tiempo, se trabaja en el cambio de las vías para mejorar el servicio a Mar del Plata.
El plan político
El objetivo de mejorar los trenes se complementa con el posicionamiento político de randazzo. El ministro sabe que después de Daniel Scioli es el mejor posicionado en la interna del Frente para la Victoria, aunque hoy lejos del gobernador bonaerense. Además, tiene la ventaja de ser junto a Diego Bossio los únicos funcionarios kirchneristas con imagen positiva más alta que negativa.
Con esos datos en la mano y sabiendo que el resto de los candidatos kirchneristas mide muy por debajo suyo, Randazzo apuesta a ser el candidato de Cristina Kirchner en 2015. El razonamiento es simple: si quiere ganarle la interna a Scioli, la Presidenta deberá basarse en las encuestas y ahí no le quedará otra que elegir el chivilcoyano.
Según dijeron hombres cercanos al ministro, en las últimas semanas recibió algunas señales del sciolismo para convertirlo en el candidato a gobernador del ex motonauta. Pero Randazzo no quiere saber nada y su único objetivo es jugar por la presidencia, siempre consciente de que para tener alguna chance en esa pelea, su única carta es la gestión, ya sea con los trenes como con los DNI.
En el frente interno, el ministro cuenta con el respaldo del influyente Carlos Zannini, que ya no tiene en cuenta a Sergio Urribarri. Además, busca tejer buenos lazos con los gobernadores y en los últimos días se mostró con Paco Pérez, José Luis Gioja y Alberto Weretilneck, que estuvo acompañado de Miguel Pichetto.
En cambio, Randazzo mantiene las tensiones con La Cámpora, donde no lo ven como un “kirchnerista puro”. El funcionario sabe que ese perfil le trae costos a nivel interno, pero busca profundizarlo porque le trae réditos a nivel externo, a sabiendas de que eso terminará repercutiendo en las encuestas.
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- 225/04/1412:06es el menos desprolijo de los k y por lo menos aTACA UNO DE LOS PROBLEMAS A RESOLVER: LAS COMUNICACIONES POR TRENES.. sI EL PROXIMO GOBIERNO PROFUNDIZA LA MEJORAS, PODREMOS ,MEDIANTE UN PÈRSONAL REJERARQUIZADO TRAER DEL INTERIOR MERCADERÍA A BAJO COSTO OPERATIVO ...AMEN...
- 118/04/1419:32Sos un hombre de trabajo, leal y buena gente segui con el ferrocarril y podras llegar contento y con amplio apoyo al 2015 te lo mereces!!!!!!!!! un abrazo compa!!!
Randazzo está trabajando fuerte en el plan para aumentar la cantidad de pasajeros que paguen boleto. Sólo en el Sarmiento y el Mitre la venta cayó de 140 millones de pesos en 2011 a 25,5 millones en 2013, según datos de la CNRT.
Por eso a fin de 2013 comenzaron a colocarse los molinetes para el pago con la tarjeta Sube en la línea Sarmiento y ya se pasó a los 160 mil boletos por día. En agosto de 2013, el mes con el promedio de venta más bajo, se pagaron 21.103 boletos diarios.
La idea oficial es realizar lo mismo en las otras líneas y esa es la principal razón por la que no se han aumentado el valor del viaje. Según supo LPO, cuando se aumentó el pasaje de colectivos, Randazzo le explicó a Cristina que antes de incrementar la tarifa había que lograr que los pasajeros paguen.
Fuentes cercanas al ministro dijeron que el objetivo no es sólo económico sino que es una cuestión cultural. En el ministerio tienen estudiado que cuando no se cobran boletos se genera una percepción de que el tren no sirve o está abandonado. En cambio, cuando se cobra se va generando conciencia de la importancia del servicio.