Jorge Capitanich está convencido de poder pelear la presidencia de la Nación pero, fiel a su estilo, trazó varios números necesarios para lograrlo, ninguno tan importante como el 17.
Esa es la cifra que el chaqueño quiere en 2015 como tope de la inflación y techo de las paritarias, que serán previas al armado de las listas para las presidenciales.
Capitanich cree que lo peor ya pasó: “La devaluación era necesaria porque no iban a entrar divisas. Sobre todo cuando se cayeron las inversiones y préstamos de China y Rusia, lo único que nos hubiera permitido hacer un ajuste expansivo”, le confesó a su círculo más cercano.
Su intención en enero era que el dólar alcanzara los 9 pesos pero el ministro de Economía, Axel Kicillof, se lo impidió. “No puede ser que de cada peso que ingrese se gasten dos”, repetía en diciembre, antes del fracaso de las misiones comerciales al oriente.
Ahora su desvelo es detener la escalada inflacionaria. “Se conforma con un 2% mensual y un techo de 30% anual”, aseguran.
El tema es que con el actual promedio de 3 a 4% de inflación mensual,
en el segundo semestre el índice debería bajar a poco más del 1% para llegar
al 30% sobre diciembre. Una tarea titánica que puede mandar a la economía a en
enfriamiento glaciar
Con ese dato, obligó a Antonio Caló a cerrar en 26% la paritaria de la UOM y buscó usarla como testigo para el resto de las negociaciones. Misión que en las épocas de Néstor Kirchner recaía en Hugo Moyano, aunque el camionero se jactaba en aquellos años de cerrar siempre por encima de la inflación.
Como sea, Capitanich apuesta a ir consolidando un sendero descendente del índice de precios que le permita sentarse con los gremios en 2015 y convencerlos de bajar sus pretensiones. Y en esa mesa, su número será el 17, tanto para la inflación pronosticada como para el techo de paritarias.
Esa negociación será crucial para su futuro. Hoy el jefe de Gabinete festeja el nivel de conocimiento que logró en estos meses y nunca había alcanzado desde Chaco, pero mira con preocupación la alta imagen negativa, que llegó al 60% y hoy sólo los más optimistas dicen que bajó al 40.
Sólo una mejora de la situación económica podrá modificar la tendencia. “Coki ya estuvo 5 meses como jefe de Gabinete en 2002, negoció con las petroleras, escribió discursos, lo echaron y estuvo muy deprimido. Sabe que no le puede pasar esto dos veces”, explican los suyos. Para eso, apuesta al 17.
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Kris-pación = Mrs. Chassman.
"Chirolita" todavía "vende" que se tiene fé para precandidato a Pte. Pero diciendo las gansadas y las mentiras matutinas que Mrs. Chassman le envía desde Olivos, rápidamente llegará al 90 % de imagen negativa. Momento en que será descartado, cual condón usado.
Ni para candidato a concejal en Resistencia le vá a dar la popularidad.