Cristina Kirchner recibió hoy a los sindicalistas afines para exigirles que acordaran paritarias por un año, pero no habría puesto un techo y además empezó a negociar la deuda que mantiene a las obras sociales.
Hasta la Casa Rosada llegaron Antonio Caló (Metalúrgicos), José Luis Lingeri (Obras sanitarias), Omar Viviani (Taxistas) y Ricardo Pignanelli (SMATA).
En el encuentro estuvo presente la Superintendencia de Servicios de Salud, Liliana Korenfeld, quien tiene a cargo el control de las obras sociales y retiene el dinero que tanto inquieta a los sindicalistas.
La presidenta intentó así aplacar una de los principales reclamos para exigir que acepten negociar paritaria por un año y desistan de abrir las negociaciones a mitad de año por los efectos de la devaluación.
"(Cristina) Ratificó que se deben hacer en el marco de las convenciones colectivas de trabajo y seguirá el criterio de discutir por un año", detalló Lingeri tras el encuentro.
La urgencia por cerrar salarios a un año se da en una semana en la que el Gobierno parece haber calmado la devaluación. Hasta la semana pasada, la opción de posponer la discusión unos meses no era mal tomada en algunos círculos del Gobierno.
Como había adelantado Capitanich esta mañana, el Gobierno también quiere desentenderse de adelantos a cuenta de paritarias, como ya hicieron algunos sindicatos.
"Si algún sindicato arregla con alguna cámara un adelanto es un problema de ellos".
La única respuesta de los gremios a estos condicionamientos es que no cerrarán el número que diga el gobierno. "No hubo condicionamientos con respecto a eso", se defendió Lingeri.
"Los valores los fijaremos nosotros. Cada uno sabe hasta dónde puede llegar con el contexto económico como el que estamos viviendo. Nadie quiere renunciar a nada, pero tampoco queremos tirar todo por la borda", agregó.
Los líderes de los colectiveros y maquinistas, gremios que se alejaron de la CGT oficial, anunciaron salieron al cruce de la reunión y avisaron que no aceptarán topes.
“Caló no nos representa, debería ser una reunión con todos los sindicatos”, se quejó Roberto Fernández, de la UTA.
“Las paritarias pueden ser anuales pero el gobierno tiene que garantizar que lo acordad mantenga el poder adquisitivo”.
Por su parte, el titular del gremio de La Fraternidad, Omar Maturano, coincidió -en diálogo con esta agencia- en que "las paritarias tienen que ser anuales", a lo que agregó que el marco de negociación debe ser "sin piso ni techo".
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¿ Algunos creen que CALO puede estar a la altura de Miguel ? Difícil : No le llega ni a los talones a ese histórico burócracta sindical, reconocido ladrón, pero que nunca comió vidrio. Tenía claro la máxima : "Con los dirigentes a la cabeza, ó con la cabeza de los dirigentes."