Desde que La Política Online dio a conocer que el secretario de Comercio Interior, Augusto Costa, ordenó a directivos de las principales cadenas de supermercados no comprar hacienda en el Mercado de Liniers, se generó un fuerte revuelo en el sector agropecuario.

La cuestión es que en este tema hubo un punto clave que pasó casi desapercibido: en las jornadas de este lunes y martes, según contaron a este medio varias fuentes del sector, llamó la atención entre los operadores del mercado la presencia de un grupo de hombres con gran porte físico.

“Eran unas 10 o 15 personas que se mantuvieron desde muy temprano en una posición un tanto intimidante como controlando que los compradores de los supermercados no operen en el mercado”, contó un conocido consignatario de hacienda con oficinas en la plaza porteña.

En este sentido, si bien “la patota” no vio la necesidad de intervenir directamente para frenar alguna operación de compra/venta de hacienda, en Liniers la mayor parte de los operadores prefirieron cerrar sus negocios a precios más bajos para evitar eventuales fricciones.

Así las cosas, al parecer, los hombres estuvieron liderada por Fabián y Nahuel Ochoa (padre e hijo), ambos vinculados a la barrabrava del Club Nueva Chicago en el barrio de Mataderos y miembros del Sindicato de Trabajadores del Mercado de Liniers.

Lo concreto es que en el primer día de operaciones de la semana los precios de las principales categorías de hacienda volvieron a registrar bajas acentuadas (al igual que el viernes pasado). Ahora la expectativa está puesta en ver cómo evolucionarán los valores en los próximos días.

Como sea, en el sector ganadero remarcan que, por alguna razón, el propio Costa aseguró días atrás en una entrevista con Página/12 que los precios de la hacienda van a bajar durante la presente semana en Liniers (algo que nadie puede saberlo con anticipación).

"Este chico (por Costa) está copiando o recibiendo indicaciones de Moreno. Si siguen con estas medidas, van a profundizar el cierre de fábricas y la liquidación de vientres”, disparó a LPO el presidente de la Cámara de la Industria y Comercio de Carnes (Ciccra), Miguel Schiariti.

De esta manera, el objetivo del funcionario que responde al ministro de Economía, Axel Kicillof, es que los precios negociados en el Mercado de Liniers regresen a los niveles registrados en enero pasado (antes de la devaluación del peso realizada a fines de ese mes).

El tema es que la jugada de Costa sólo demostró ser efectiva cuando se implementó de manera simultánea con el cierre de las exportaciones de carne. Pero ahora, como el sector exportador fue diezmado, cerrar las exportaciones ya no implica aumentar de manera importante la oferta interna.

Por su parte, el presidente del Mercado de Liniers, Roberto Arancedo, reconoció que días atrás (después de la suba de precios) Costa lo llamó por teléfono muy preocupado por la situación, aunque evitó brindar mayores detalles de la conversación con el funcionario.

Guerra de acusaciones

En este contexto, las entidades rurales salieron al cruce de la intervención de Costa en el Mercado de Liniers. “Las políticas oficiales fueron los ingredientes del cóctel explosivo que afectó al negocio de la carne y que perjudicó tanto a consumidores como a productores”, apuntó la Sociedad Rural (SRA).

“Insistimos en la necesidad de terminar con las continuas intervenciones y restricciones que se implementaron para el mercado de la carne, que afectaron fuertemente a la ganadería y que tuvieron gravísimas consecuencias para la economía en general”, señaló la entidad en un comunicado.

“Se conocen también las nefastas consecuencias de las intervenciones para los trabajadores de la carne, que vieron mermar empleos en miles, y para la industria frigorífica, con el cierre de más de 130 establecimientos”, agregó la SRA.

Por su parte, en un comunicado titulado “Nuevos funcionarios, viejas prácticas e iguales resultados”, Confederaciones Rurales Argentinas (CRA) aseguró hoy que “nuevamente desde el Gobierno se sugiere a los compradores que no se pague más de determinado precio”.

“De continuarse con la implementación de estas prácticas que han trascendido y que solo buscan apretar e intervenir el funcionamiento transparente del Mercado de Liniers, se traerá aparejada pérdidas no solo para los ganaderos, sino para los consumidores”, añadió la entidad.