La abrupta devaluación del peso de ayer y hoy enrareció el clima de los gremios, que ya evalúan pedir un 35% en marzo, cuando comience el calendario más cargado de paritarias.

La mayoría de los secretarios generales de los gremios llevan décadas en sus cargos y fueron testigos de los procesos inflacionarios de otros gobiernos.

“El año pasado estuvimos 8 meses sin acordar una paritaria y terminamos cerrando de agosto para marzo. ¿Cuánto estamos perdiendo?”, se preguntó Roberto Fernández, secretario general de la Unión Tranviaria Automotor (UTA). 

Para mostrar la pérdida de poder adquisitivo, Fernández apunta a la variación del bono para pasar la noche cuando llegan a otro destino. “El año pasado lo subieron a 180 pesos y por esa cifra es imposible conseguir un hotel”.

“No queremos enfrentamiento con el Gobierno pero necesitamos que reconozca la inflación. Con estos números la paritaria no puede estar por debajo del 35%”, completó Fernández.

El colectivero fue una de las dos incorporaciones de la CGT oficial que Moyano y Barrionuevo lograron en la reunión del lunes. La otra fue Omar Maturano, de los maquinistas.

En la reunión que tendrán dentro de un mes en la CGT, el gastronómico levantará la voz para avanzar en medidas de fuerza, si es que el Gobierno no atiende sus reclamos.

“Hay un desconocimiento total del Gobierno que termina en esta inflación y devaluación que te come el salario. Ya ni sabemos cuánto pedir, pero a esta altura ya estamos por pedir un 40”, dijo a LPO Carlos Acuña, líder del gremio de empleados de estaciones de servicio y mano derecha de Barrionuevo.

Caló pactó su silencio

Antonio Caló instruyó a sus delegados regionales no anticipar un pedido de aumento hasta marzo, cuando deberán negociar su paritaria.

La línea que le llegó fue evitar atemorizar con reclamos imposibles de cumplir. “Ya pedimos un 100% en 1975 y luego llegó el Rodrigazo y no lo cobramos nunca. Lo mismo pasó con Alfonsín: negociábamos todas las semanas y no cobramos”, le planteó a LPO un miembro de la UOM.

Caló comparte el diálogo con el Gobierno junto a otros gremios como Andrés Rodríguez (UPCN), Omar Viviani (Taxistas), Armando Cavallieri (Comercio) y Ricardo Pignarelli (Smata), entre otros.

A ellos Cristina les pidió que esperen el resultado del control de precios para evaluar la inflación real, un reclamo que para los gremios no oficialistas es poco menso que gracioso. “Nadie puede medir la inflación con 140 productos”, dijo Fernández, de la UTA, la semana pasada.

En la UOM avalan las teorías conspirativas. “No vamos a ser caldo de cultivo de un golpe de mercado. No nos creemos que el pan suba el 100% cuando el trigo bajó de precio”, completaron desde el gremio.

Existe un temor: que el Gobierno amenace con retomar la discusión por la libertad sindical para quitarle poder a los sindicatos durante las paritarias. Hugo Yasky, de la CTA oficialistas, ya le anticipó a LPO que el mes que viene presentará el proyecto junto a Edgardo Depetri, diputado kirchnerista.