La primera explicación desde el gobierno de Daniel Scioli sobre el derrumbe de ayer en el ingreso al ministerio de Salud trajo mayor preocupación. El titular de esa cartera Alejandro Collia habló de “fallas estructurales” en el enorme edificio de La Plata y agregó que “el equipo de ingenieros y arquitectos de Recursos Físicos del ministerio se encuentra realizando la evaluación para determinar los motivos del derrumbe con mayor certeza”.
La caída del techo flotante en el ingreso a ese ministerio se produjo ayer alrededor de las 18 y de milagro no hubo víctimas fatales ni heridos. Se trata de una estructura de hormigón de unos 21 metros cuadrados que cubre las escaleras del ingreso al edificio donde trabajan unos 2.600 empleados.
Durante toda la tarde de ayer, no hubo información oficial. Collia minimizó el hecho y se limitó a aclarar a través de su cuenta de Twitter que no hubo heridos. Lejos de mostrarse en el lugar, el funcionario tuvo actividad en Mar del Plata donde firmó un acuerdo con los Scouts para que pinten murales en los hospitales públicos.
La aclaración oficial llegó hoy y trajo preocupación entre los trabajadores del ministerio. “En principio se presume que la caída se debió a la erosión de los materiales en el tiempo”, dice el comunicado firmado por esa cartera.
Además aclara que para la remoción del alero se contrataron martillos neumáticos y volquetes, que permitirán retirar el material y despejar la zona de acceso al ministerio.
El ingeniero Alejandro Aimeta, del Departamento de Infraestructura y Equipamiento Hospitalario, dijo a la web Diagonales.com que no se descarta que ese deterioro tenga relación directa con la utilización de material no adecuado para la construcción. Además agregó que se mandará a analizar la calidad tanto de los hierros como del hormigón con el cual fueron rellenadas las vigas utilizados para la estructura voladiza. La pericia será encargada al Laboratorio de Ensayo de Materiales e Investigaciones Tecnológicas (LEMIT).
Hoy, el ministerio retomó su actividad habitual pero los trabajadores no ocultaban su temor de que se produzcan otros derrumbes como el de ayer. El comunicado oficial no hizo otra cosa que ratificar esos temores.
“Escasean los matafuegos y los ascensores funcionan deficientemente. Cuando no se quedan personas atrapadas, directamente no andan. Y la escalera de incendios, sigue durmiendo el sueño de los justos”, dijo a Diagonales una empleada de esa dependencia.
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