En noviembre de 2011, Elina Escudero fue sorprendida con un telegrama de despido a pocos días de convocar a elecciones y postularse como delegada de base en Mercado Libre, la empresa líder en comercio electrónico de Argentinay otra de las compañías mimadas por el gobierno, quien le otorga beneficios impositivos bajo la ley de Promoción de la Industria del Software.

Junto a Leandro Salinas y Yanina Arellano, Escudero había intentado por más de dos años formar una delegación de base en la empresa para combatir las pésimas condiciones que venía soportando parte de la fuerza laboral: 1700 pesos por al menos 6 horas de trabajo y la obligación de trabajar los feriados y, al menos, un sábado y domingo por mes, sin remuneraciones adicionales.

Pero los intentos de los tres trabajadores chocaban con lo que sería un pacto entre Marcos Galperín, el empresario tecnológico que fundó y dirige Mercado Libre, con Armando Cavallieri, el secretario del sindicato de Comercio, gremio en el cual se afiliaba a los empleados.

“Ramón Muerza, el secretario de organización de la regional de Capital del Sindicato de Comercio, me confesó que no podían organizar la elección de delegados de base en Mercado Libre porque Cavallieri había acordado con Galperín que le pagaría una deuda de 900 mil pesos por afiliaciones a cambio de impedir que hubiera una representación de base”, aseguró Escudero en diálogo con LPO.

Sin embargo, los planes de Galperín se derrumbaron en diciembre pasado con un fallo de primera instancia en la Justicia, que ordenó a Mercado Libre reincorporar a los empleados despedidos, según afirmó Escudero.

A pesar de los intentos del fundador de Mercado Libre por lograr un acuerdo económico que evitara un fallo, la intervención de la Comisión de Trabajo de la Cámara de Diputados en el caso –que convocó a la empresa, a los trabajadores y al ministerio de Trabajo para solucionar el conflicto- fueron factores claves para que el juez a cargo de la causa terminara dando la razón a los empleados despedidos.

Es más, el propio sindicato de Comercio, dirigido por Cavallieri terminó declarando a favor de los empelados despedidos cuando sus representantes fueron convocados ante la Justicia, a pesar del acuerdo que el dirigente habría logrado con Mercado Libre.

Los pasos hacia el fallo

Los cuatro trabajadores de la empresa –tres de ellos, candidatos a delegados gremiales- recibieron el telegrama de despido pocos días antes de que se celebraran las elecciones de base entre los empleados de Mercado Libre.

Durante más de dos años, Escudero, Arellano y Leandro Salinas combatieron informalmente por mejores en las condiciones de trabajo, y lograron algunas victorias como el fin de las jornadas laborales durante feriados.

Sin embargo, el camino hacia elecciones de base sólo comenzó a darse cuando los tres empleados consiguieron el apoyo del Ministerio de Trabajo para que un sector de la regional de Capital del sindicato de Comercio organizara los comicios.

Luego de los despidos y dos días de paro en protesta, los trabajadores consiguieron una reunión con la Comisión de Trabajo de la Cámara de Diputados para septiembre de 2011, ante la cual presentaron el caso y se convocó a los directivos de la empresa a defenderse de las acusaciones.

Según afirmaron ex empleados de Mercado Libre a LPO, durante la reunión Galperín habría intentando convencer a Héctor Recalde, presidente de la Comisión, de que la situación laboral en la empresa era normal y lo invitó a visitar las oficinas. “No voy a visitar tu empresa hasta que no reincoporpres a esta gente”, habría sido la respuesta del diputado laborista.

A medida que el conflicto se les iba de las manos, tanto Galperín como los gerentes de la empresa comenzaron a ponerse nerviosos. Según relató Escudero, en una de sus reuniones con la oficina de Recursos Humanos, su director, Sebastián Fernández Silva, le habría dicho: “No nos rompan las pelotas, no vamos a reincorporar a nadie”.

Otro golpe para Mercado Libre

El fallo en contra de Mercado Libre en la Justica es un nuevo golpe a la empresa, que en noviembre de 2011 había sido declarado “responsable solidario” de los productos que vende. La causa se inició por la venta de dos entradas truchas que compraron dos hermanos a través del sitio y, al intentar usarlas, fueron detenidos porque se confirmó que los tickets habían sido robados.

La empresa debió resarcir con 22 mil pesos a los damnificados por daños y perjuicios.