Sergio Massa sigue modelando un equipo que está concentrando a los más reconocidos economistas del peronismo. Esta vez aprovechó un encuentro en Pinamar para mostrar la incorporación de Aldo Pignanelli, el respetado ex presidente del banco Central, durante la presidencia de Eduardo Duhalde.

Con esta incorporación Massa ya cuenta en su equipo con dos ex presidentes del Banco Central –el otro es Martín Redrado- y dos ex ministros de Economía, Roberto Lavagna y Miguel Peirano. Todos integrantes de gestiones peronistas.

En la reunión de Pinamar, de la que también participaron Peirano, Ricardo Delgado y Marco Lavagna –hijo del ex ministro-, Massa presentó cinco medidas que el Frente Renovador entiende servirían para para cambiar la tendencia inflacionaria de la economía en el país.

Se propuso contar con estadísticas transparentes y precisas, a través de un nuevo INDEC autónomo, y al mismo tiempo explicitar un plan integral contra la inflación que contemple medidas macroeconómicas y sectoriales. Dentro de este plan integral debe contemplarse también la recomposición general de ingresos de sectores postergados, con un ajuste automático del impuesto a las ganancias sobre los salarios, monotributo y AUH. En esta lógica debe crearse el haber 14 para los jubilados, planteado previamente en la campaña electoral.

Segundo, bajar la presión impositiva y mejorar la competitividad, reduciendo retenciones y analizando niveles de reintegro a las exportaciones.

En tercer lugar se pidió fomentar la inversión a través de la desgravación en el impuesto a las ganancias de la reinversión de utilidades en la compra de maquinaria y la eliminación de aranceles para la importación de bienes de capital, compensado con un régimen a largo plazo de reintegro a los productores locales de maquinaria.

En cuarto se pidió aplicar una política eficaz y previsible de administración de las importaciones y de promoción de las exportaciones, para evitar los problemas actuales de abastecimiento de insumos, repuestos y bienes esenciales.

Y por último, avanzar con obras de infraestructura en energía y transporte financiadas con créditos internacionales y tener reglas claras para la promoción de inversiones e incluso para las actuales importaciones de energía, que hoy se realizan a precios muy superiores a los que recibe un productor nacional.

Curiosamente los economistas de Massa no hicieron ninguna referencia a la necesidad de bajar el nivel de emisión y achicar el déficit del Estado, en su menú anti inflacionario; como así tampoco mencionaron la necesidad de establecer una política de metas de inflación que la vaya reduciendo gradualmente, como habían insinuado en otras ocasiones.

Una fábrica de pobres

Tras la reunión en el Hotel del Bosque de Pinamar, Massa afirmó que “la inflación es una fenomenal fábrica de pobreza” y agregó que “el acuerdo de precios ya fracasó, no hay forma de que tenga buen resultado un acuerdo sobre 150 productos de los 40 mil que hay”.

“La mejor herramienta para cambiar la tendencia inflacionaria es bajar los impuestos y fomentar la inversión”, agregó, justo cuando el Gobierno estudia una nueva suba de impuestos a través de modificaciones en el impuesto a los bienes personales.

Por su parte, Pignanelli señaló que “la economía argentina está perdiendo una gran oportunidad porque lamentablemente la inflación se está carcomiendo las expectativas de la gente, a pesar de que todas las variables juegan a favor”.

Mientras que Peirano señaló que “el objetivo es tener una política antiinflacionaria integral entendiendo que los acuerdos de precios planteados ya se demuestran fracasados o limitados en su impacto”.

También participaron del encuentro Joaquín De la Torre, intendente de San Miguel y Patricio Hogan, intendente de General Alvarado.