Los cortes repentinos y permentes de energía ocasionaron pérdidas millonarias a los comercios y para evitar una merma mayor regulan la compra de mercadería, práctica que derivará irremediablemente en el desabastecimiento.
Según Rubén Manusovich, titular de Fedecámaras, en la provincia de Buenos Aires y Capital Federal hay 50 mil comecios que perdieron aproximadamente 500 millones de pesos por los cortes de luz.
“El problema fue la falta de previsibilidad, que obligó a comerciantes tirar mercadería y perderse ventas en un mes en el que siempre se hace diferencia”, le contó a LPO.
Los números que maneja Fedecámaras son elcocuentes: mientras en todo el año los comerciantes vendieron un 5% más en cantidades y un 20% en pesos, número que no llega a cubrir la inflación calculada por privados, en diciembre, que siempre es el mejor mes por la demanda de las fiestas, las operaciones en volumen cayeron un 7%.
“Aunque los que peor la pasaron fueron los que venden alimentos, por falta de luz tampoco abrieron locales de indumetnaria. Todo se podría haber evitado al menos con previsión y planificación y es lo que planteamos en una presentación judicial”, anunció Manusovich.
La falta de contención oficial fue lo más doloroso para lo comerciantes, porque ni siquiera pueden racionalizar el gastos y evitar pérdidas. “Estoy muerto. No se puede hablar con nadie. Esto es un desastre”, se descargó ante LPO Eduardo Medaglia, presidente de la Unión de kiosqueros de Argentina.
“Desabastemiento va a haber poque no se puede stockear nada si ni siquiera sabes cuando vas a tener luz y cuando no. No estamos comprando lo que es percedero pero tampoco podemos comprar bebidas que no podemos vender frías”, explicó.
Las restricciones para comprar mercadedría ya se sienten en comercios de Capital y el Gran Buenos Aires. En San Martín, LPO supo que los vecinos no podían comprar lácteos y carnes.
En La Plata, donde la empresa Edelap mantiene interrumpido el servicio en una ran parte de la ciudad, las carnicerías del centro estuvieron cerradas justo en días en que las ventas crecen.
Lo mismo en Capital: “Si uno camina la avenida Rivadavia las mejores carnicerías están cerradas. Estamos todos en contacto para pasarnos las medias reses si no tenemos luz. Todo sería muy distino si al menos supiéramos como organizarnos”, explicó a LPO Alberto Willians, vicepresidente de la Cámara de Carnicerías de Capital Federal.
“Los frigoríficos gastan 25 mil pesos semanales en generadores propios para no perder todos, pero los comercios chicos no pueden ni juntar los 30 mil que hacen falta para comprar uno”, explicó Willans.
La otra duda son los precios. ¿Qué pasará cuando la mercadería escasee? “En Liniers seguro que no van a mandar vacas para que no pierdan precio por la falta de oferta y después va a volver”, aventuró Willans. Pero los lácteos no pueden conservarse mucho.
“Es un problema grave y por eso el Gobierno tiene que intervenir. Si la industria no tiene energía nos quedamos sin nada, pero si la tiene con generación propia y no hay comercio minorista tampoco sirve”, concluyó Manusovich. Y volvió a pedir al Gobierno que aporte una solución.
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