Jorge Capitanich no tardaría en rever su estrategia con los medios de comunicación, al menos si decide evaluar con atención los papelones de la última semana, cuando tuvo que desdecirse sobre los cortes programados y terminó peleándose con un cronista de TN que simplemente le preguntó porqué no reglamentaban la ley de trata.
"¿Le puedo hacer una pregunta? ¿Por qué el Grupo Clarín no cumple con la grilla que está debidamente regulada por la Autoridad de Servicios de Comunicación Audiovisual?", respondió ayer, ofuscado y perdiendo el control de la conferencia de prensa matinal, una marca registrada de su gestión.
Confiado después de sus primeras apariciones en los pasillos de la Jefatura de Gabinete y con los periodistas preguntando desordenadamente, el chaqueño se mudó a la Sala de Conferencias y prefiere hablar con los medios con una modalidad que no le permite mayores evasivas y lo deja expuesto a contradicciones o retrocesos.
"Su problema es que quiso ser Corach, pero se olvidó que el ex ministro de Menem hablaba todas las mañanas desde su casa y apurado, y no se las hacía tan fácil a todos abriéndole el micrófono", explicó a LPO un experto en comunicación.
El último jefe de Gabinete del menemismo hacía del desorden una estrategia. Hablaba en la puerta de su casa, parado junto al auto oficial que lo llevaba a la Rosada. Lo rodeaban quince o veinte periodistas que se le preguntaban a coro, y Corach aprovechaba la confusión para elegir las preguntas que respondía. Cuando el panorama se complicaba, sonreía, saludaba y se subía al auto.
Pero Capitanich abandonó rápidamente las conferencias desordenadas y ahora los periodistas preguntan cómodamente en la sala de conferencias. El chaqueño no puede escaparse como Corach y está siempre al filo del error o la confrontación ante la pregunta incómoda.
Pero el diálogo diario con la prensa también lo lleva a mostrar su falta de poder en la toma de decisiones. Fue lo que pasó cuando, respondiendo a órdenes de Carlos Zannini, anunció que no enviaría gendarmes a Córdoba después de una noche de saqueos y con la policía acuartelada. Pero a los pocos minutos Sergio Berni anunció que mandaba los efectivos que había pedido José Manuel de la Sota, dejando al chaqueño en una posición más que incómoda.
El miércoles, Capitanich se aventuró a proponer cortes preventivos de luz, práctica que Julio De Vido había considerado imposible por una sencilla razón: el problema no es sólo la generación sino la distribución de energía, o sea, no se puede programar un servicio sin forma de hacerlo llegar los domicilios. Un día después, el jefe de Gabinete dio marcha atrás y argumentó que tuvo “una expresión incorrecta”.
Después de una semana complicada, este viernes Capitanich no dio su conferencia diaria a agenda abierta con la excusa de la firma del acuerdo de precios. Su aparición ante la prensa fue junto a Kicillof, Augusto Costa y supermercadistas que respondieron únicamente sobre el tema del día.
"Él está perdiendo feo con el ala dura del Gobierno, que la integran por un lado Zannini y Máximo, pero por otra también De Vido y Kicillof. Todos están esperando sus errores. Encima Cristina se va y sus furcios tienen un costo mayor", evaluó ante LPO un dirigente que conoce al gobernador y a su entorno, donde no falta preocupación.
Tanto es así que pronto Capitanich podría revisar alguna de sus estrategias de comunicación. Hay un agravante: en Chaco, quienes siguieron su gestión aseguran que “Coqui” rara vez escucha a alguien, decide sólo y, como ocurre con esos perfiles, cree resolverlo todo con argumentaciones variadas.
Ese ego lo llevó a justificarles a los periodistas chaqueños que en la provincia no había pobres y las comunidades indígenas vivían mejor que nunca. Si las preguntas seguían, se defendía con números. En la Casa Rosada, la tarea es un poco más difícil.
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Kris-pación = Mr. Chassman.
Se trata de la mejora - debido a los avances tecnológicos - del arte del ventrilocuismo : Ahora será a gran distancia (desde Calafate) que se continuará transmitiendo el relato, modulando la voz y manejando los tiempos de aparición en escena de "Chirolita".
Lo único que aporta CAPITANICH es la gestualidad y la cara, cada vez más parecida a la del muñeco.
LA DEKADA KAGADA.