Ernesto Sanz fue elegido por unanimidad como presidente de la Unión Cívica Radical, donde quedó marginado Julio Cobos, su principal rival interno en la carrera presidencial y ausente en el plenario de hoy.

Sanz logró el apoyo del único gobernador radical, el correntino Ricardo Colombi, quien ubicó de vicepresidente al diputado Augusto Portella; y de Ricardo Alfonsín, que había amagado con enfrentarlo pero prefirió dar un paso al costado y apoyar la continuidad de Juan Carlos Casella como secretario general.

La apuesta de Alfonsín tenía la venia de Cobos, quien buscaba así amilanar el poder de Sanz en el partido, donde todos lo ven como el mejor referente para pelear en 2015 aunque no hay encuesta que lo deje bien parado.

Pero el hijo del ex presidente bajó la guardia, reflotó viejos rencores y lo dejó solo. El ex vice debió conformarse con la intrascendente secretaría de coordinación del partido, donde asumió la senadora Laura Montero. Y la promesa de ubicar en algún lado al diputado puntano Eduardo Cacase.

El intendente de Córdoba Ramón Mestre también dejó su marca: la concejal Carla Aboguach será vice segunda. La vice tercera quedó para Francisco Fonseca, de la Cantera, el sector de la Juventud Radical que lidera el legislador porteño Juan Nosiglia, hijo del Coti.

Del plenario participaron 94 delegados de las provincias -a excepción de Santiago del Estero y Salta que están intervenidas-, representantes de la Organización de rabajadores Radicales (OTR), de la JR y de Franja Morada.

"Los radicales estamos unidos y el escenario político que viene en Argentina es una extraordinaria oportunidad para quienes creemos que la UCR debe ser protagonista de un gran cambio", afirmó Sanz.

De inmediato llamó a las otras fuerzas a sumarse. “La primera medida del nuevo Comité Nacional va a ser invitar a los partidos afines a no perder ni un minuto en la construcción de una alternativa común. No vamos a buscar las fotos vacías, vamos a dedicarnos a dialogar para construir una alternativa distinta”.

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