Ante el explosivo deterioro de las cuentas públicas, el jefe de Gabinete Jorge Capitanich pretende empezar el ajuste en marzo. Es que los números oficiales dados a conocer hoy muestran que el déficit fiscal se está agudizando: en octubre el rojo fue de $7.279 millones, casi un 80% más alto que en el mismo mes del año pasado.

En el Banco Central calculan que por cada peso que entra a las arcas del estado por una fuente genuina (recaudación), el gobierno gasta $1,50. Juan Carlos Fábrega y su equipo están alarmados por la dinámica insostenible del gasto público, cuyo bache con los ingresos termina financiándose con emisión, una situación que los economistas denominan “dominancia fiscal”.

Muestra de ello es que en diciembre el BCRA planea emitir la friolera de $30 mil millones.

Alarmado por las subas salariales que consiguieron los policías, Capitanich quiere esperar a que pase el verano para empezar a hacer los recortes. El jefe de Gabinete sabe que si se reproducen en otras áreas los incrementos que consiguieron los efectivos, las cuentas públicas no van a aguantar. 

La vía más probable por donde comiencen son los subsidios. Tanto el jefe de Gabinete como el ministro de Economía Axel Kicillof confirmaron que están trabajando en el esquema de subsidios, por lo que las novedades podrían venir por el lado de las tarifas de servicios públicos.

Los analistas coinciden en que el crecimiento de los agregados monetarios va a parar en su totalidad a cubrir el agujero entre ingresos y gastos del sector público.

Es evidente que el problema del déficit fiscal está al tope de las preocupaciones de Capitanich. Las primeras medidas que tomó al frente del nuevo gabinete fueron en el ámbito impositivo, más allá de que buscaban frenar la salida de divisas. A los pocos días de haber asumido, lanzó un impuestazo a los autos de más de 170 mil pesos y subió al 35% el recargo para consumir dólares en turismo a cuenta de ganancias.

Pero hay otro dato llamativo que refuerza que el déficit tiene en vilo a Capitanich: durante toda esta semana hubo rumores en Diputados sobre un nuevo paquete impositivo.

Las actividades en el Parlamento terminaron la semana pasada, pero las autoridades del bloque oficialista no se fueron de vacaciones, sino que se quedaron, advertidas por la Casa Rosada de que podría haber cambios en el sistema tributario antes de fin de año, aunque por el poco tiempo que queda la iniciativa difícilmente salga a la luz.

La sensación que corría entre los legisladores del kircnerismo es que no iba a haber ninguna medida. Pero es evidente que la idea está dando vueltas en el gobierno.