El dueño del Banco Macro y titular de la Asociación de Bancos Argentina, Jorge Brito, celebró la salida del Gobierno del secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno, al tiempo que destacó las designaciones de Axel Kicillof y Jorge Capitanich.
La semana pasada, Brito había pedido públicamente la renuncia de Moreno, al afirmar que "todo lo que tocó -no voy a enumerar porque no me alcanza el día-, todo lo que tocó lo hizo mal". "El señor Moreno le ha hecho mucho daño a la economía, mucho daño", dijo en diálogo con Cadena 3.
Sin embargo, hoy, después de concretada la salida del funcionario, no quiso hacer leña del árbol caído e indicó en diálogo con Radio 10 que "hay que hablar en el momento, ahora que se fue no hay que hablar".
Pero luego el banquero se tentó y, sin nombrarlo, lo castigó durísimo. Consultado sobre la abrupta caída de los indicadores económicos de ayer, Brito opinó que “si esa persona continuaba daba la sensación de que nada había cambiado”.
“El Gabinete éste se ve fortalecido (con la salida de Moreno). Este señor se cargó a cuatro ministros de Economía. La impresión de la gente era que este gabinete podía sufrir lo que sufrieron otros. Era un detallecito muy importante”, disparó uno de los empresarios más poderosos del país.
En cambio, el dueño del Banco Macro prefirió resaltar las figuras los designados ministro de Economía y jefe de gabinete. "Con Kicillof se puede hablar y nos escuchamos independientemente de que pensemos distinto", aseguró, y destacó que Axel "sabe y trabaja".
Brito aseguró además que a Capitanich lo conoce desde "la época en que era senador. Tengo la mejor de las opiniones respecto a él". "Es una persona que por sí o por no, por blanco o por negro, contesta las 24 horas. Es de esas personas. Hay muchos gobernadores que llegan a su lugar y empiezan a tener 24 secretarios", añadió.
Finalmente, se esperanzó que los cambios pueden traer consigo una modificación en los permisos para importar maquinaria. "Cuando algún empresario tiene que plantear algo, es sí o no. Pero no hay nada peor que estar 90 días para que me digan sí o no porque yo no puedo tener 90 días a mi empresa parada. Creo que le va a dar esta impronta de agilidad", concluyó.
