Cuando en septiembre de 2011 diputados de las distintas fuerzas comenzaban a reunirse para debatir la posibilidad de implementar una legislación tendiente a restringir la adquisición de tierras rurales por parte de extranjeros, La Política Online publicó un artículo titulado: ¿Es necesaria la Ley de Extranjerización de Tierras?

Casi dos años después, y luego de conocerse los datos que surgieron de un informe oficial, quedó en evidencia que, lejos de registrarse un proceso de extranjerización de la tierra en el país (como aseguraba el kirchnerismo), en la Argentina se está produciendo lo contrario, en parte, por un efecto generacional.

Según el informe presentado por el secretario de Justicia, Julián Álvarez, y la presidenta, Cristina Kirchner, sólo el 5,93% de la tierra (casi 16 millones de hectáreas) está en manos de extranjeros, al tiempo que ninguna provincia supera el 15% que establece la Ley de Tierras sancionada en diciembre de 2011 por amplia mayoría.

“Todos pensaban que había un proceso de extranjerización, cuando en realidad la tierra se está argentinizando desde hace tiempo”, comentó a LPO Roberto Frenkel Santillán, presidente de la Cámara Argentina de Inmobiliarias Rurales (CAIR).

“Tengo más de 30 años en la actividad y siempre supe que lo del proceso de extranjerización era un mito porque nunca he visto tantos ciudadanos extranjeros interesados en comprar tierras en la Argentina”, señaló Frenkel Santillán.

Para el especialista, en el sector agropecuario la cantidad de tierras en manos extranjeras es aún menor al 5,93%, dado que el estudio tomó en cuenta todas las áreas en las que se cuentan, por ejemplo, inmensas dimensiones de terrenos destinados a la actividad minera (que operan grandes empresas del exterior).

En lo que sí coinciden los que entienden del tema, es que la Ley sirvió para verificar la cantidad de tierras productivas a nombre de ciudadanos de nacionalidad extranjera (aunque para esto no era necesario una Ley, sino un estudio como el que se hizo).

Es decir, los legisladores debatieron y luego sancionaron una Ley sin un diagnóstico concreto de la situación, quizás apremiados por los tiempos políticos de ese entonces en los que el kirchnerismo tomó la bandera de la “nacionalización” justo antes de las elecciones presidenciales del 2011.

“Lo que necesitamos en nuestro país es inversión sana y que no sea extractiva; los argentinos no tenemos tanto dinero y hay muchas zonas necesitan inversión extranjera para generar desarrollo y riqueza en el interior”, explicó el entrevistado.

“Los propios datos del Gobierno nacional demostraron que la cantidad de tierras en posesión extranjera es insignificante teniendo en cuenta las dimensiones del país”, concluyó el presidente de CAIR.

Críticas de Federación Agraria

En este contexto, la entidad centenaria que dirige Eduardo Buzzi salió con los tapones de punta a responderle a Cristina que en su discurso por Cadena Nacional criticó a un diputado nacional (Pablo Orsolini) proveniente de dicha agrupación rural.

“Nos preocupa que se utilice la Cadena Nacional para intentar desprestigiar a nuestra entidad y confundir a la opinión pública, omitiendo el trabajo que venimos realizando, desde el año 2002 en materia de democratización de la tierra”, disparó la FAA.

Respecto a los datos oficiales, la entidad aseguró que “no entendemos cómo puede ser motivo de festejo que cerca de 16 millones de hectáreas estén en manos de capitales extranjeros y que todavía se pueda duplicar esa cifra sin violar la legislación vigente”.

“No creemos que sea motivo de festejo que todavía se puedan entregar 30 millones de hectáreas a capitales extranjeros, o por qué no, a fondos de inversión que se hayan adherido al blanqueo y que mediante los CEDIN compren tierras”, apuntó la FAA.

Los extranjeros en la Argentina

En nuestro país los principales magnates extranjeros dueños de grandes porciones de tierras son, entre otros, Douglas Tompkins, Joe Lewis, Ted Turner y Luciano Benetton.

Los Esteros del Iberá (una de las reservas de agua dulce más grandes del mundo) cuenta con aproximadamente 1.450.000 de hectáreas. El dato es que el que posee la mayor superficie es una fundación llamada Conservation Land Trust, cuyo titular es Douglas Tompkins (en total se estima que tiene alrededor de 179.000 hectáreas en esa región).

Otro pez gordo en el negocio es el italiano Luciano Benetton, propietario de la famosa multinacional que comercializa ropa. Éste empresario se estima que posee alrededor de un millón de hectáreas en la Patagonia.

Por su lado, el magnate financista británico Joe Lewis tendría unas 18.000 hectáreas en la provincia de Río Negro, mientras que el dueño del multimedios global Ted Turner sería propietario de unas 5000 hectáreas en Neuquén y Tierra del Fuego.

El magnate húngaro, George Soros, dueño de la firma multinacional Adecoagro, entre otras, es propietario de otras miles de hectáreas localizadas, en su mayor parte, en la provincia de Corrientes.