La Política Online reveló en su momento que el ascendente Axel Kicillof tiene en la mira a Roberto Baratta –mano derecha del ministro Julio de Vido- y pretende hacerle pagar los costos políticos y judiciales del desbarajuste energético que vive el país y que tiene como corazón la abultadísima cuenta por importación de combustibles, que supera los 9.000 millones de dólares.

La virtual intervención de Kicillof en el área energética –con todo el respaldo de la Presidenta- le permitió al viceministro de Economía abrir una serie de cajas de Pandora de resultados impredecibles. En la revisión de números, expedientes y maniobras que expliquen la multimillonaria cuenta energética, el economista se cruzó con un personaje clave.

Ezequiel García ostenta el cargo de director nacional de Energías Renovables y Eficiencia Energética. Pero detrás de ese título anodino se esconde un resorte clave del entramado de poder que supo construir Baratta en torno al negocio energético y que hoy está en la mira de Kicillof.

El equipo del viceministro habría descubierto que en torno a la gestión de García se repiten de una manera prodigiosa una serie de “consultoras” que de manera notable son contratadas por las empresas nacionales y extranjeras que necesitan una autorización suya para avanzar en algún negocio.

Según comentaron a LPO fuentes del sector si alguna de las empresas se resiste a contratar estas consultoras, su trámite se demora indefinidamente. Y no es menor al área de trabajo de García. En los hechos excede largamente su título y funciona como un delegado directo de Baratta en todas las obras de generación eléctrica, que involucran operaciones por miles de millones.

La interna con Cameron

Lo curioso de esta situación es que la interna de fondo que están librando Julio de Vido y Axel Kicillof se viene a montar sobre otra preexistente, la que libraba el ministro de Planificación con el secretario de Energía, Daniel Cameron, que tuvo que soportar la intervención de su área por Baratta.

Es por eso que Cameron terminó funcionando como aliado más o menos explícito de Kicillof en su pelea con Baratta. Pelea que se trasladó para abajo y que se explicita en la durísima interna que tiene el subsecretario de Energía Eéctrica, Luis Beuret, con Ezequiel García. Beuret es un profesional muy respetado en el ambiente eléctrico que no comulga con la pulsión de García por contratar a un número muy determinado de “consultoras”. Esa es la fuente de la tensión.

A la que se suman los escandalosos costos de las obras eléctricas que pasan por la firma del hombre de Baratta y que según comentan en Planificación “no pasan una auditoria de jardín de infantes”.

“Ahora hay que ver que pasa con este vendedor de llaves térmicas”, se lo escuchó ufanarse a Beuret en los pasillos de la Secretaría de Energía, relamiéndose por anticipado de eventuales inconvenientes de García, ante el desembarco de Kicillof.

Sin embargo, Cameron no es tan optimista –o ingenuo- sabe que los eventuales desaguisados de García podrían terminar recayendo sobre su espalda, alejando una vez más su sueño de asumir la conducción del Ministerio de Planificación o una eventual cartera dedicada a la energía.

Es que la mutación del monotributista García con ingresos declarados por hasta 20 mil pesos anuales a su generoso patrimonio actual con ribetes de desrrollador inmobiliario, no soportaría una mínima auscultación judicial, explican en la Secretaría de Energía.

Bienes y consultoras

Entre las firmas que se repiten en la vida de García se destaca Andergar, una sociedad anónima fundada en el 2010 por este funcionario y su joven esposa –profesora de educación física- con sede en el barrio privado Los Ombúes en el partido de Hudson, zona que sería el epicentro del reciente auge inmobiliario de este funcionario. “García es una burbuja el solito”, bromean en Planificación.

La firma Andegar, creada por García y su mujer, se dedica curiosamente a la “consultoría en administración e ingeniería a empresas” como las que suelen desfilar por su despacho. Lo curioso es que esta firma comparte domicilio fiscal con otras dos firmas vinculadas al funcionario: Añoranzas SA –dedicada al negocio de feed lots- y Remain SRL –orientada, cuando no, al mantenimiento de infraestructura-.

En Remain, García ubicó a su padre y su hermano menor. Esta firma acaso ofrece su blanco más débil: habría obtenido importantes contratos en proyectos eléctricos que están bajo su intervención directa como funcionario, trabajando asociada a los grandes ganadores de las licitaciones de Planificación en materia de obras para generación de energía.

Con una dotación de apenas 5 empleados, en 2010 Remain logró facturar 250 mil pesos, escalando en el 2011 a 4 millones y con una proyección similar para este año, asociada en diferentes proyectos a multinacionales españolas y firmas como Building Energy y Sulliar Argentina.