El desembarco de Nora de Lucía a la cartera educativa bonaerense comenzará a discutirse en las próximas horas en el Senado bonaerense. Allí, una de las luces amarillas que se encendieron en las últimas horas tiene que ver con la trayectoria política de su actual pareja: Gerardo Pérez, funcionario de primera línea en el ministerio de Salud bonaerense.

Contador de profesión, formalmente, Pérez ocupa el cargo de director General de Administración en la cartera de Salud. Un cargo poderoso en el que, expresado lisa y llanamente, decide cuánto, cómo y para qué se gasta el presupuesto del ministerio. Sin embargo, su derrotero político es bastante más largo y difícil de digerir para el ultrakirchnerismo.

Según pudo saber La Política Online, comenzó su carrera política de la mano del diputado Alfredo Atanasof en la Federación de Trabajadores Municipales. En pocos años, Pérez se convirtió en un hombre de confianza del diputado denarvaista, al punto que logró ocupar un cargo en la jefatura de Gabinete durante la presidencia de Eduardo Duhalde.

Más tarde, ya en el gobierno de Daniel Scioli, pasaría a ocupar la dirección General de Administración en el ministerio de Trabajo, un área clave en cada cartera de gobierno en donde se decide el destino de los fondos estatales.

Pero sobre en los últimos meses de gestión del médico Claudio Zin en el ministerio de Salud, el Gobernador lo destinó a esa cartera, también en la dirección General de Administración. Allí dispuso la desafectación de las cooperativas que respondían al Movimiento Evita dentro de esa área, cortando -dicen- una caja de millones de pesos.

Tanto De Lucía como Pérez según una agencia de noticias nacional, son vecinos de un exclusivo country de la localidad de Brandsen. Pese a que integran la agrupación La Juan Domingo, sectores del sciolismo les critican su poca militancia social y política.