La semana que pasó se saldó una interna anticipada por La Política Online en la cartera de Industria y Turismo que conduce Débora Giorgi. La ministra le aceptó la renuncia al subsecretario de Industria Osvaldo Alonso y designó en su lugar a Mirta Díaz, hasta entonces supuesta subordinada de Alonso como directora Nacional de Industria.

Lo cierto es que Alonso se fue cansado de sufrir los desplantes de Mirta Díaz, una funcionaria con peso propio, ya que cuenta con el aval del ultrakirchnerista intendente de Florencio Varela, Julio Pereyra, a quien enfrentó en el pasado, hasta que este le ofreció un cargo en su municipio como directora de Industria.

Luego, Mirta Díaz acompañó a Giorgi en su paso por el Ministerio de Producción de la provincia de Buenos Aires, y juntas pasaron al gobierno nacional cuando Cristina Kirchner le ofreció el actual cargo a la ex economista de la UIA.

Tal como en su momento anticipó La Política Online, Mirta Díaz y su jefa tuvieron una diferencia de opiniones semanas atrás, cuando la primera de ellas quiso nombrar a su hijo –médico- en un puesto clave del Ministerio.

Se trataba de una flamante la Unidad de Desarrollo Industrial Local (UDIL), para la que Díaz propuso a su hijo Sebastián Bideberripe, quien trabaja con ella como jefe de Gabinete de la Dirección Nacional de Industria. Pero Giorgi lo trabó con un argumento de gran sentido común: “Si querés, lo ubico en el Ministerio de Salud, acá no”. En ese momento se comentaba en Industria que el jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, era quien avalaba a Mirta Díaz.

En diálogo con La Política Online, la propia Mirta Díaz explicó que “hace años que no habló con Aníbal Fernández”, y explicó que en todo caso su referencia política es con el intendente de Florencio Varela, Julio Pereyra.

“Es verdad que con la ministra tuvimos un intercambio de opiniones por la designación de mi hijo, pero yo entendí que no era lo mejor designarlo en ese cargo y ambas buscamos ahora la persona para esa posición”, agregó.

-¿ Y no le parece inconveniente proponer a su hijo, que además es médico, en un cargo técnico vinculado a la Industria?-, preguntó La Política Online.

-Hace 17 años que trabaja conmigo, por eso lo propuse, pero bueno entendí que no era lo mejor para ese cargo-, contestó amable.

El nuevo equilibrio de poder

Como sea, con su ascenso Mirta Díaz se asegura el control de direcciones claves en el ministerio que conduce Georgi. La posición que deja vacante en la dirección nacional de Industria la ocupará Alfredo Galliano, un hombre de Díaz, que también formó parte de la gestión bonaerense.

La flamante subsecretaria también logró que Adrián Bernao pasara de la dirección de Integración y Política Industrial Sectorial (Dipis), a la más apetecible dirección de Aplicación de Políticas Industriales (Dapo) que maneja el polémico reparto de bonos a las industrias. Se trata de subsidios millonarios que han recibido numerosas denuncias, que vienen incluso de antes que asumiera el cargo Georgi.

Pero no sólo las estratégicas direcciones de industria y bonos logró controlar Mirta Díaz, también se aseguró el control de la intrascendente Dipis en la que ahora recalará otro de sus hombres de confianza Hugo López Bravo, quien deja el cargo de director de la Pequeña y Mediana empresa y Evaluación de Promoción Industrial (Dipro) para Rafael Vargas, un hombre de línea directa con Georgi .