La legisladora porteña Liliana Parada está en el eje de la polémica. Es que las ausencias a los distintos intentos por interpelar ministros de Mauricio Macri reavivaron la bronca de un grupo de diputados de la oposición ante un episodio que la tuvo como protagonista.

Parada fue electa legisladora por la lista que encabezó Enrique Olivera en 2005 y, tiempo después, se borocotizó. Se alejó de la Coalición Cívica para recalar como independiente (se enroló con Martín Hourest) y luego se acercó tibiamente hacia el sector de Pino Solanas.

Allí, a pesar de no tener peso en el armado ni una importante historia política previa, entró casi por casualidad cuarta en la lista de Diputados cuando el cineasta no llegaba a los 10 puntos. Sin embargo el 24% la dio una alegría y, con lo justo, su destino será el Congreso.

Comprometida con ciertos temas sociales, Parada fue una de las caras visibles de la lucha contra la UCEP (la Unidad de Control del Espacio Público), acusada y denunciada por supuestos apremios ilegales a personas en situación de calle.

Sin embargo la ofensiva tuvo sus bemoles para la legisladora. Es que en la Legislatura recuerdan que, tras las elecciones, la legisladora no tuvo mejor idea que tomarse 20 días para viajar a Francia, según admiten sus voceros. Otras fuentes parlamentarias juran que fueron más días.

Hasta allí nada extraño, salvo que fue la Legislatura la que le pagó el viaje (el pasaje aéreo, la estadía más viáticos) ya que fue a un seminario de Políticas Públicas. El dato fue reconocido por sus asesores, que no negaron el viaje.

Claro que lo raro fue que, según contaron, el seminario habría durado al menos dos semanas ya que “sólo se quedó tres días” en Francia recorriendo y descansando. “Es raro un seminario de 17 días, parece una maestría”, bromeaba ante una consulta de LPO un legislador porteño que la conoce bien.

Según agrega no es la primera vez que Parada se va a Francia. Lo hizo, al menos, otra vez desde que comenzó su mandato en 2005.

“Fue hace seis meses atrás y fueron sólo 20 días. Liliana es una de las diputadas que más trabaja. Está con temas a full, está con temas de la mañana a la noche y es capaz de irse de la Legislatura a las once de la noche”, se justificaron ante este medio en su entorno.

Es que entre las cuatro sesiones en las que estuvo ausente en agosto, al menos una de ellas era clave. Es que en ese mes se había convocado a una sesión especial para tratar la interpelación a Juan Pablo Piccardo, ministro de Espacio Público, y ella fue uno de los históricos motores de la movida.

Sin embargo el intento estuvo pero la oposición no llegó a habilitar la sesión por una banca (se necesitan 31 y llegó a 30). Justamente ese voto ausente fue el de Parada. Por ello la bronca entre los opositores aún no se disipa.

De hecho, hace algunas semanas Juan Manuel Olmos le dijo en pleno recinto, mientras se hablaba de la interpelación a Guillermo Montenegro, ministro de Justicia, por el caso del espionaje, le espetó: “Yo no me olvido de diputadas que estuvieron viajando por Europa y por eso no pudimos interpelar a Piccardo por la UCEP”.

Como sea, hoy Parada termina su mandato en la ciudad el 10 de diciembre pero le espera una banca como diputada nacional. Mientras tanto en la Legislatura dejará un sabor agridulce en muchos de los opositores.