Rodríguez Simón, el poder detrás de Piccardo
Se trata del jefe de gabinete del ministerio de Espacio Público porteño. Su relación con el ministro, la bronca de los legisladores del macrismo, los problemas judiciales, y los polémicos conflictos con cartoneros y militantes K.
Fabián Rodríguez Simón es abogado y se desempeñó durante gran parte de su carrera profesional en la actividad privada. Sin embargo, cuando el 10 de diciembre Mauricio Macri ganó las elecciones llegó al gobierno porteño de la mano del ministro de Espacio Público, Juan Pablo Piccardo.

Fue designado jefe de gabinete pero, en la gestión, se transformó en el hombre fuerte de la cartera. Allá por diciembre Piccardo le había dado instrucciones claras sobre su rol: debía ser su sombra.

A tal punto que fue, y es, el encargado de dictar todas las resoluciones y de armar los pliegos de las licitaciones que pide el ministro; y hasta lo acompaña en cuanta excursión lleva a Piccardo.

De hecho, rápidamente comenzó a trabajar en cuestionas delicadas como el conflicto con los cartoneros. Este tema, además de que terminó con la renuncia del entonces director de Reciclado Urbano Pablo Fornieles, no estuvo libre de un escándalo (el primero que tuvo que sufrir Mauricio Macri).

El viernes 22 de febrero a las 6 de la mañana, 50 familias que se dedican a la recolección del cartón, fueron desalojadas violentamente por la policía federal, en el barrio de Belgrano, ante las cámaras de la televisión y los gritos de los cartoneros.

A pesar de que originalmente desde el ministerio de Espacio Público dieron a difundir una medida judicial de una jueza contravencional, la orden partió desde un proyecto de resolución del Ministerio y contaba con la firma de Rodríguez Simón.

En ella, que insólitamente carecía de fecha y número, uno de los considerandos del proyecto decía “la mentada ocupación indebida de la Plaza de Barrancas de Belgrano ha efectuado gravemente la higiene del lugar y la salubridad de los vecinos de la zona, en vista de que los ocupantes dejan sus deshechos en el predio, aumentando el riesgo potencial a infecciones y contaminando el aire y suelo del lugar.”

Es decir, era un desalojo administrativo que, entre otras cosas, también implicó que los cartoneros perdieran sus pertenencias y sus carros que son la herramienta fundamental para el trabajo que realizan.

Otro hecho escandaloso que protagonizó Rodríguez Simón estuvo vinculado a la instalación de las carpas kirchneristas frente al Congreso. A pedido del mismo jefe de gobierno, la cartera de Espacio Público estaba encargada de desalojar las carpas oficialistas ya que, según explicaban, no había pedido permiso para instalarse.

Allí llegó el jefe de gabinete de Piccardo acompañado por una serie de funcionarios de bajo rango. Pidió que retiren las carpas y, ante la presencia de todos los medios de comunicación, entregó una improvisada conferencia de prensa. Minutos después un grupo de militantes K lo agredieron y hasta lo escupieron (imagen que llevó a una serie de telebeam en cadena nacional).

El oscuro pasado y la relación con Montenegro

Por otra parte, al igual que su jefe político, envuelto en un escándalo millonario en su paso por la cervecera Isenbeck, él también tiene un pasado oscuro. A fines de los noventa la Justicia le pidió una citación indagatoria en una causa por la liquidación fraudulenta del Banco Medefín, por la que hoy está procesado.

El juez de la causa era Sergio Torres y, casualmente, el fiscal era Guillermo Montenegro, actual ministro de Justicia y hombre de Gabriela Michetti. Cuando ambos asumieron, políticamente correcto, el ex fiscal intentó bajarle el tono al tema, es que haber sido verdugo de un "compañero" de su espacio político no era algo menor.

Isenbeck, un buen encuentro

Piccardo y su jefe de gabinete, por supuesto, no se conocieron el función pública. Muchos años atrás, Rodríguez Simón, siendo socio de Llerena & Asociados Abogados (junto con los socios Javier Fernández Moores y Joel Romero), representó a Isenbeck en una mega causa contra la empresa Quilmes en el contexto de una publicidad que despertó polémica por las comparaciones que se realizaban.

Por su parte, como se dijo, el ahora ministro fue gerente general de la empresa cervezera. De hecho está imputado por el presunto delito de defraudación por administración fraudulenta por una cifra millonaria durante su desempeño como gerente general de la empresa Isenbeck.

La causa se tramita en el Juzgado Nacional de Instrucción Penal Nº 47, a cargo de la jueza Mónica Liliana Berdión de Crudo. Los tiempos coincidieron y el acercamiento fue casi natural.

La bronca de legisladores del PRO

Pero la gestión en el ministerio no sólo es cartoneros y militantes K para
Rodríguez Simón. También hubo lugar para presentación de proyectos y alocuciones en la Legislatura.

En el primer caso, hace aproximadamente 3 meses, bajo la rúbrica de él mismo y de su jefe, envió a la Legislatura un proyecto de ley para concesionar los espacios verdes. En rigor, la iniciativa la había solicitado el mismo Macri. Ni bien llegó el proyecto a la comisión de Espacio Público, que preside la “turca” Silvia Majdalani, a sabiendas de que la iniciativa llegaba desde las altas esferas del poder macrista, retocó el proyecto (“tenía mala técnica legislativa”, adujo en privado) y salió a defenderlo a “capa y espada” cuando tomó estado público.

Claro, la oposición salió rápidamente al cruce de la iniciativa y Majdalani fue la voz cantante de la defensa. Sin embargo no recibió el apoyo del ministro.

Por eso, según pudo saber este medio, en una reunión privada la “turca” le reprochó a Piccardo no haberla defendido y acusó a Rodríguez Simón de haber mandado un proyecto intratable. Los funcionarios se hicieron los distraídos, y el propio Piccardo dijo que esa iniciativa no era la que habían enviado ellos.

Por otro lado, en la reunión del martes pasado en la Legislatura se trató el millonario contrato de basura. Allí, como siempre fue acompañado de su jefe de gabinete quien respondía preguntas ante la inquietud de los legisladores. “Las respuestas que daba eran insuficientes y con un desconocimiento total”, se mofaban varios diputados de la oposición. De hecho, los legisladores macristas siquiera quisieron intervenir.

De hecho el pliego para la licitación, que el ministerio envió 10 minutos antes a los diputados, fue confeccionado por el mismo Rodríguez Simón.

Claro que no hubo tiempo para discutirlo, pero el malestar de los legisladores llevó a que pidan que Piccardo regrese para dar explicaciones en detalle sobre el pliego.
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