María Eugenia Vidal y Horacio Rodríguez Larreta iniciaron un operativo de contención para Marcelo Tinelli, con el objetivo de acercarlo al gobierno y no correr el riesgo de que -en caso de que decida su salto a la política- lo haga bajo la estructura del PJ.

Como confirmaron a LPO, Vidal y Larreta fueron este jueves a almorzar en las oficinas de Tinelli, donde tuvieron una charla "amena" en la que intercambiaron visiones sobre la coyuntura actual. 

Este viernes, como supo este medio, el conductor estuvo en Villa Itatí de Quilmes para visitar el centro de reciclaje de Cecilia Lee, una monja franciscana a muy cercana a Vidal que fue invitada en muchas oportunidades a reuniones de Gabinete en La Plata. La gobernadora suele escuchar sus consejos y tiene charlas frecuentes con ella, por eso resultó sugestiva la visita de Tinelli un día después de la cumbre con dos de los dirigentes más importantes del Gobierno.

Tinelli es amigo de Larreta desde hace años. En rigor, sellaron ese vínculo porque una de las obsesiones del conductor de Showmatch era que la cancha de San Lorenzo volviera del Bajo Flores a Boedo y el jefe de gobierno porteño jugó a su favor en la negociación con Carrefour, que hoy en día ocupa ese terreno pero están haciendo las obras para sacarle el lugar.

Al conductor televisivo le interesaba sobre todo tener una charla con Vidal. Es que en su entorno repiten que si se lanza a la política quiere hacerlo desde "un costado social" y la figura de la gobernadora lo seduce porque cree que encarna una visión más parecida.

Tinelli este viernes en Villa Itatí 

En rigor, fue el propio Tinelli el que le pidió a Larreta incluir a Vidal en el almuerzo. Ambos aceptaron con gusto, porque saben que Mauricio Macri quiere al conductor de su lado de la cancha.

Incluso Macri pidió una reunión con Tinelli cuando comenzó a hablarse de su posible salto a la política. Por eso, ahora Vidal y Larreta se pusieron al hombro la tarea. "Si quiere meterse en política, es mejor tenerlo cerca", analizan en el Gobierno.

Es que en el Gobierno evalúan que la figura de Tinelli representa un riesgo. En el contexto actual, su salto a la política podría ser un fracaso o un éxito, porque saben que -por su popularidad- tiene parte del camino allanado.