Mauricio Macri descolocó otra vez a Wall Street al otorgarle nuevamente el control de la economía a la Jefatura de Gabinete y relegar al ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne; un experimento político que en el principal mercado del mundo ya consideran fracasado en el mismo momento que explotó el gradualismo y el gobierno tuvo que apelar a un paquete de rescate del Fondo Monetario Internacional (FMI).

El presidente definió que Mario Quintana -vicejefe de Marcos Peña-, debía abandonar su forzado ostracismo y volver al primer plano de la conducción económica. Este martes por la noche el accionista de Farmacity y el fondo Pegasus, volará a Nueva York para "explicar" el programa económico del gobierno y las últimas medidas adoptadas por el propio Dujovne y el Banco Central para contener el dólar y desarmar la bola de nieve de Lebacs que dejó Federico Sturzenegger.

Quintana encabezará la comitiva que integrarán el secretario de Finanzas, Santiago Bausili y el vice del Central, Gustavo Cañonero, con quien estuvo reunido este martes.

En Wall Street la idea no cayó bien y esperan con malhumor a Quintana, que es señalado como uno de los principales culpables del crecimiento del déficit fiscal, tras impulsar la reparación histórica de los jubilados en 2016. 

"Más que mandar funcionarios cada dos meses, sería mejor que Caputo dé una conferencia de prensa y explique lo que está haciendo y que dejen de mandar comunicados que podemos leer por internet, pero no se entienden", afirmó a LPO un operador de esa plaza financiera.

Crece la bronca en el Gabinete con Quintana

En la bolsa neoyorquina están agotados de tener las reuniones con funcionarios argentinos para que expliquen el modelo de Macri y creen que, en un país como Argentina que tiene déficits altos, no pueden seguir apelando a la "buena onda" que pregona la Jefatura de Gabinete para tratar de mejorar su posición crediticia.

"Hay una decepción muy grande con el gobierno de Macri, ahora el problema no son los cuadernos ni el dólar sino el riesgo país", afirmó a LPO otro operador. En efecto, ese indicador es de los que con más claridad refleja la desconfianza de un mercado sobre la capacidad de pago y este lunes alcanzó el nivel más alto de la era Macri. Incluso siguió subiendo luego de los anuncios de Caputo y Dujovne, respaldados por el FMI.

La desconfianza es tan evidente que en un mes la tasa que debe pagar Argentina escaló al 10% y fue así que el gobierno se quedó sin financiamiento. Ni siquiera la delicadísima situación judicial que vive Cristina Kirchner atemperó el malhumor en ese mercado. "Hace un año hubiera sido una fiesta, ahora no movió nada", reconoció otra de las fuentes consultadas.