Cristina Kirchner se presentó este lunes en Comodoro Py, donde presentó un escrito en el que negó los cargos en su contra, acusó a Claudio Bonadio de "juez enemigo" y pidió su recusación al igual que la del fiscal Carlos Stornelli, además de reclamar que citen como testigos a Mauricio Macri y Daniel Angelici. 

El defensor de la ex presidenta, Juan Carlos Beraldi, argumentó que las actuaciones deben ser remitidas al juez federal Julián Ercolini, que lleva la causa "madre" de corrupción en la obra pública, en la que se la acusa de ser la jefa de una asociación ilícita conformada para defraudar al Estado.

En ese sentido, en el kirchnerismo destacaron que el principal concepto del escrito de la defensa de la senadora es el de "litispendencia", que refiere a que Bonadio usaría expedientes mellizos para armar causas nuevas. "El juez comete el delito de prevaricato", lanzó el otro abogado de Cristina, Gregorio Dalbón, en diálogo con LPO.  

"Surge con total evidencia que Bonadío de manera deliberada armó un nuevo expediente mellizo para imputarme otra vez como jefa de una presunta asociación ilícita, conducta por la que ya me encuentro perseguida en la causa Nº 15.734/2008, hoy denominada "causa madre" y procesada en las causas Nº 3732/2016 ("Los Sauces") y Nº 5048/2016 ("Obra pública")", sostiene el escrito de Cristina. 

Cristina se negó a responder preguntas y en el escrito que presentó no hizo ninguna referencia a la ola de empresarios que confesaron haber pagado coimas a su Gobierno, ni a la declaración de su ex jefe de Gabinete, Juan Manuel Abal Medina, que reconoció recibir bolsos llenos de dinero de Baratta.

"Así las cosas y sin perjuicio de los planteos efectuados por mi defensa, resulta inconcebible que Bonadío, colocándose nuevamente el traje de juez enemigo, me fabrique una nueva causa en la que se me imputa otra vez la conducta de asociación ilícita por la que se me persigue en los procesos que mencionara en el punto anterior", argumenta el escrito.

En su indagatoria Cristina se negó a contestar preguntas y ni siquiera devolvió los saludos de rigor del juez Bonadío -que entró y salió del despacho- y del fiscal Carlos Stornelli, que estuvo presente durante todo el acto. 

El escrito de defensa de la ex presidenta se concentró en una argumentación política y eludió cualquier evaluación sobre la ola de confesiones de empresarios de primera línea que se dispararon luego de la aparición de los cuadernos. Como tampoco se refirió a la confesión de su ex jefe de Gabinete, Juan Manuel Abal Medina, que reconoció que durante la campaña del 2013 recibió bolsos llenos de dinero de manos de Roberto Baratta, mano derecha del ex ministro Julio de Viod y encargado de recolectar las coimas entre los empresarios de la obra pública.

LPOJuan Casas

"Se inauguró una nueva categoría jurídica que excede la del Juez parcial o "no Juez" que enseñaba Baigún: se trata del Juez enemigo, actor principal del Lawfare. Es la nueva estrategia regional para proscribir dirigentes, movimientos y fuerzas políticas que ampliaron derechos y permitieron salir de la pobreza a millones de personas durante la primera década y media del siglo XXI", reza el escrito presentado por Cristina, quien llegó a Comodoro Py acompañada por el referente de la CTEP, Juan Grabois, y el ex embajador en el Vaticano Eduardo Valdez, dos dirigentes cercanos al Papa Francisco.

Además de cuestionar la arbitrariedad de Bonadio, también apuntó contra Mauricio Macri y los empresarios cercanos al Presidente: "Hijo de Franco, primo hermano de Ángelo Calcaterra, hermano del alma de Nicolás "Nicky" Caputo, todos ellos socios entre sí y de otros empresarios en materia de energía y obra pública. Todos emblemáticos integrantes de la Patria Contratista surgida durante la última dictadura militar y consolidada durante la década de los '80 y los '90. Además, resulta absurdo que dichos empresarios intenten aparecer como víctimas de ese proceso o esas prácticas", analizó.