Este martes el expresidente de Estados Unidos Barack Obama rompió con su habitual silencio para apoyar públicamente a 81 demócratas rumbo a las elecciones de noviembre, sin embargo, para sorpresa de muchos, el exmandatario no apoyó a algunos de los candidatos que ya ganaron sus elecciones primarias y por lo tanto son candidatos oficiales del partido.

Entre los que no recibieron el apoyo de Obama están dos de los candidatos más populares entre los demócratas: Alexandra Ocasio-Cortez, que con 28 años arrebató una curul en la Asamblea al veterano demócrata Joe Crowley, quien buscaba su cuarto periodo en el Congreso y sonaba como un potencial líder de los demócratas.

El otro que no recibió mención del expresidente fue Beto O'Rourke, otro popular candidato que quiere sacar del Senado al republicano de Texas Ted Cruz. Aunque O'Rourke la tiene casi imposible, lo cierto es que su campaña ha motivado como pocas veces a los demócratas de Texas, y es seguro que en el futuro su nombre siga creciendo en el partido.

El caso de Ocasio-Cortez en especial indigno a algunos en el sector más progresista del partido. La joven neoyorkina, que prácticamente ya tiene asegurado el triunfo debido a la configuración ideológica de su distrito, es una veterana de la campaña del socialista Bernie Sanders. Candidatos como ella están desafiando abiertamente a muchos demócratas de corte centrista que los ven como una amenaza para el establishment.

"Tengo la confianza de que, junto, ellos van a fortalecer a este país que amamos al restaurar la oportunidad, reparar nuestras alianzas y lugar en el mundo, y enaltecer nuestro compromiso fundamental con la justicia, la igualdad, la responsabilidad, y el mandato de la ley", dijo desde su cuenta de Twitter el expresidente.

Llamó la atención de muchos que Obama se concentrara tanto en elecciones a nivel estatal, considerando que la Asamblea de Representantes está en juego en su totalidad, así como varias curules en el Senado. Cuarenta de los candidatos que recibieron el espaldarazo del popular exmandatario competirán en elecciones para congresos locales, y otros diez van para gobernador o vicegobernador. Algunos analistas ya apuntan a la posible motivación de Obama.

El expresidente posiblemente está buscando apoyar los esfuerzos del partido para acabar con el dominio que los republicanos tienen gracias al "gerrymandering", la estrategia de diseñar un distrito electoral de manera mañosa con la intención de facilitar el triunfo de tu partido. Sus elecciones de ayer parecen priorizar este esfuerzo. La última vez que se redibujaron los distritos electorales los republicanos conquistaron su mayoría en el Congreso y no la han perdido desde entonces.

Por otro lado, Obama dijo que los de ayer eran sus primeros elegidos, es posible que más adelante publique otra lista de apoyos o que asista a distritos específicos a apoyar a otros candidatos.