DÃas antes de la cumbre Trump-Putin en Helsinki, el investigador especial del FB del Rusiagate, Robert S. Mueller III, procesó a doce agentes militares rusos por infiltrar los servidores del Partido Demócrata durante la elección de 2016.
Fue la primera vez que Mueller ligó de manera directa las acciones intervencionistas con el Gobierno de Putin. Sin embargo, quien salió en defensa del presidente ruso fue el propio Donald Trump, quien rechazó las conclusiones de su propio Gobierno y de su propio Departamento de Justicia de directamente orquestar un ciberataque en suelo estadounidense.
"Tengo al presidente Putin, él dijo recién que no fue Rusia. Diré esto. No veo razón alguna por la que [Putin lo hubiera hecho]", fue la insólita respuesta de Trump cuando un reportero le preguntó si creÃa en la conclusión de las agencias de inteligencia respecto a que el presidente ruso habÃa estado detrás del ataque.
Sobre la investigación del FBI de la interferencia rusa en la elección, Trump calificó "una desgracia para el paÃs" las pesquisas, y llamó a Putin un "competidor", en lugar de un adversario. Insistió en que no hubo una relación entre su campaña presidencial y Rusia, "yo no conocÃa al presidente [Putin]. No habÃa nadie con quien coludirse", añadió.
Putin, Trump y el caso Browder
Pronto, más de lo que esperaban en Washington, la indignación cundió a la clase polÃtica norteamericana, entre enemigos demócratas, aliados republicanos e incluso miembros del Gabinete. Fue el caso del director de Inteligencia Nacional, Dan Coats, quien emitió un comunicado contradiciendo los dichos de su jefe en Helsinki.
"El rol de la comunidad de inteligencia es proveer la mejor información posible y diagnósticos basados en hechos para el presidente y los creadores de polÃtica pública. Hemos sido muy claros en nuestro diagnóstico respecto al involucramiento de Rusia en la elección de 2016 y sus continuos, extensivos esfuerzos por menoscabar nuestra democracia, y continuaremos ofreciendo inteligencia sin adornos y objetiva en apoyo de nuestra seguridad nacional", aclaró Coats en el comunicado.
Este martes, a marchas forzadas, Trump ofreció una conferencia de prensa en la Casa Blanca en donde leyó con escaso entusiasmo un comunicado en el que admitió que la acusación contra Rusia sobre la injerencia en la campaña presidencial en la que resultó electo puede ser cierta, aunque un segundo después agregó: "Hay mucha gente ahà afuera".
Trump defendió a Putin y atacó al FBI: "Es una desgracia su investigación"
"En una frase clave en mis declaraciones dije la palabra 'serÃa' en vez de 'no serÃa'. La oración deberÃa haber sido: 'No veo ninguna razón por la que no serÃa Rusia'. Asà que, sólo para repetirlo, dije la palabra 'serÃa' en vez 'no serÃa'", justificó Trump sobre sus palabras en el Helsinki ("In a key sentence in my remarks I said the word 'would' instead of 'wouldn't').
"Quise decir que no veo razón por la que Rusia no estuviese detrás", insistió el mandatario. "Es como una doble negación. Pueden ponerlo. Creo que eso probablemente aclara las cosas bastante bien".
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