El intendente de Quilmes, Martiniano Molina, analiza privatizar al menos una parte del servicio de recolección de residuos, un área deficiente que se convirtió en uno de los mayores conflictos de su gestión.

El tema de la basura es un drama en la vida cotidiana de los vecinos, que se chocan de modo frecuente con las calles quilmeñas tapadas de basura. El servicio de recolección pasó por manos privadas, mixtas y públicas, pero sigue siendo defectuoso.

El rumor que circula por estas horas es que Molina ya tiene en carpeta un proyecto para impulsar la privatización, aunque su idea era mantenerlo durante un tiempo en reserva y convertirlo en uno de los ejes de campaña para buscar su reelección.

En el municipio no confirman que el tema esté en análisis, aunque tampoco se encargan de desmentirlo y por eso la versión -que informaron a LPO distintas fuentes locales- tomó más fuerza en los últimos días.

Dos intendentes del PRO, acorralados por huelgas en la recolección de basura

En principio, la propuesta que tendría el visto bueno de Molina es la de un servicio mixto: le daría al sector privado la cobertura de los centros urbanos, pero mantendría el control del Estado en los barrios.

El conflicto por la recolección se extiende desde hace décadas y salpicó fuerte la gestión de Francisco "Barba" Gutiérrez, que en 2014 en su último año como intendente tomó la decisión de que el servicio deje de ser manejado por la empresa Covelia -ligada a Hugo Moyano- y pase al control municipal.

Molina no logró resolver el conflicto por la basura y los conflictos en la Gestión Integral de Residuos Sólidos Urbanos el (GIRSU), siguieron sucediéndose uno tras otro. Falta de recolección, problemas gremiales, huelgas y camiones rotos fueron noticias frecuentes desde el inicio de la gestión del intendente macrista.

Como contó este medio, Horacio Rodríguez Larreta encabezó hace un mes la reunión de su grupo de intendentes del RIL en Quilmes. Como anfitrión, Molina debía elegir una problemática para que sus pares lo ayudaran a pensar en soluciones y optó por proponer el tratamiento de la basura en el municipio, con el foco puesto en la búsqueda de soluciones medioambientales para los arroyos Las Piedras y San Francisco. 

En esa cumbre se debatió la idea de construir centros de reciclaje de residuos, un tema que también se incluirá en el proyecto que podría presentar Molina en las próximas semanas. Sin embargo, evitaron dejar trascender si ese día trataron el tema de la privatización del servicio de recolección.

En la oposición le achacan a Molina no haber invertido lo suficiente y que gasta incluso menos que cuando el servicio era privado. En ese sentido, algunos deslizan que puedo tratarse de una estrategia para generar el escenario propicio y plantear la necesidad de que el servicio vuelva a manos privadas.

"El rumor de que lo quiere privatizar ya está instalado. Movieron algunas personas enquistadas de la gestión anterior, se puso mucho empuje de la gestión para que haya un servicio acorde pero todavía no lo logramos. Es una de las mayores preocupaciones de la gente", dijo una fuente de Cambiemos a LPO.

Al comienzo de su gestión, Molina había esbozado la idea de privatizarlo al asegurar que el servicio de limpieza podría volver a ser mixto o privado. "Lamento que nos hayan puesto ciertas banderas con respecto a que ‘hay que municipalizar'. Eso lo van a decir los técnicos, quizá tiene que ser mixta", dijo y aclaró: "Fue mixta y funcionó bien, fue privada y funcionó bien. En un momento fue municipal y funcionó bien. Vamos a intentar no hacer cambios, obviamente que funcione correctamente". 

Sus declaraciones enseguida generaron una gran polémica y la posibilidad de privatización quedó freezada, mientras el municipio intentó solucionar el servicio. Ahora la versión volvió a instalarse con fuerza.