Como se esperaba, el kirchnerismo fracasó en su intento de realizar una sesión especial en la Cámara de Diputados para debatir el acuerdo del Gobierno con el FMI, porque no se sumaron el peronismo federal y el massismo. 

Como adelantó LPO, el Frente para la Victoria sólo contó con el apoyo de la izquierda, el Movimiento Evita y los aliados santafesinos Alejandro Ramos y Alejandra Rodenas para tratar de abrir la sesión, por lo que el fracaso era previsible. A la hora programada, sólo había 68 diputados presentes, 61 menos de los 129 necesarios para lograr el quórum. 

El kirchnerismo insiste en que el acuerdo con el FMI debe tratarse en el Congreso, pero el peronismo federal y el massismo creen que no es necesario. El Gobierno festeja la ruptura opositora.

Sin la presencia de Emilio Monzó, el vicepresidente de la cámara, Jose Luis Gioja fue el encargado de levantar la sesión pedida por su bloque. El kirchnerismo y la izquierda tuvieron que conformarse con las expresiones en minoría y mostrar una foto de unidad parcial de la posición celebrada en la Casa Rosada, todavía golpeada por la ley anti tarifazos. 

Es que el PJ de los gobernadores y los diputados de Sergio Massa coinciden con el Gobierno en que el acuerdo con el Fondo no debe tratarse en el parlamento, porque la ley de administración financiera lo habilita a firmar convenios con organismos que integra.  

Para compensar, los conducidos por el salteño Pablo Kosiner exigen en cambio que concurran al Congreso Nicolás Dujovne y el director de Anses Emilio Basavilbaso, para explicar cuanto se endeudará el país y si se van a vender las acciones del Fondo de Garantías de Sustentabilidad (FGS). En el Frente Renovador hubo problemas: Felipe Solá y Daniel Arroyo querían ir a la sesión pero aceptaron la orden de Graciela Camaño y se quedaron en sus despachos. 

"La Constitución Nacional es clara cuando le da atribuciones al Congreso para pronunciarse en cuanto a los empréstitos que pudo tomar nuestro país", les dijo Agustín Rossi, el primero en hablar en un recinto despoblado.  

"No es un préstamo cualquiera. Lo que el Gobierno no quiere que se sepa son las condicionalidades del Fondo Monetario Internacional pone para otorgar el préstamo. Esto hace que deje de ser un crédito ordinario y necesita la aprobación del Congreso. Si es tan beneficioso para Argentina como dicen, ¿Por qué no quieren hacerlo?", agregó.

Máximo Kirchner fue más duro: "Son la clara muestra de la improvisación de la derecha argentina, y de no contar con un plan de gobierno, sino con un plan de negocios", se despachó. 

Otros diputados se descargaron contra la oposición en las redes sociales, como si se tratara de haber montado una escena para marcar diferencias. "¿Tienen miedo de que no les den ATN, a un carpetazo o a que no los inviten el 4 de julio a la embajada yanqui?", chicaneó el diputado Adrián Grana.

La izquierda fue más lejos. "Es claro que la ausencia del peronismo federal, del Frente Renovador y otros bloques que se dicen opositores, da cuenta de un compromiso para que el acuerdo con el FMI no pase por el congreso porque hay un acuerdo de fondo en la política entreguista que está llevando a cabo el gobierno de Macri", atacó Romina del Plá.