Un sector del kirchnerismo de Florencio Varela aprovechó el exilio de Julio Pereyra a la Legislatura bonaerense para tensar la interna con su sucesor, Andrés Watson.

La jugada -anticipada por LPO- quedó en evidencia durante la última semana, cuando un grupo del kirchnerismo local sacó un durísimo comunicado contra Watson, acusando a su gestión de utilizar la "violencia institucional" y "criminalizar" la protesta social.

En rigor, el estallido se produjo el último miércoles, cuando la Unión de Trabajadores de la Tierra (UTT) llevaba a cabo una protesta en la puerta de la municipalidad para pedir la emergencia agropecuaria y se desató una golpiza.

El secretario de Seguridad del municipio, Oscar Cano, quedó en el ojo de la tormenta porque se difundió un video en el que se lo ve a los golpes con los manifestantes. Mientras que desde la oposición aseguran que actuó de modo "violento", en el municipio dicen que el funcionario se encuentra de licencia por los golpes recibidos y el intendente se solidarizó con su funcionario cuando estuvo hospitalizado.

Por eso, desde la dirigencia de La Cámpora y Nuevo Encuentro salieron a agitar el avispero y sacaron el comunicado en el que se solidarizaron con los trabajadores de la UTT y compararon el accionar del municipio con las políticas de "represión" de Patricia Bullrich en Nación.

El comunicado tiene la firma de Jorge Romero, diputado provincial y dirigente de La Cámpora; y de los concejales Héctor Salatino y Mariano Camiletti, de Nuevo Encuentro. Desde el oficialismo local apuntaron a Salatino como impulsor de la jugada y lo acusaron de hacer publicaciones "livianas" ni bien se desataron los incidentes, sin saber qué había sucedido. "No estaban en tema, no se preocuparon por la salud del funcionario, es fácil ponerse en la vereda de enfrente a tirar piedras", lanzaron.

En ese sentido, destacaron que hubo dirigentes locales de La Cámpora que no estuvieron ni enterados del comunicado y que este martes se repararon los sucesos tras la "positiva" reunión que finalmente hubo este martes entre Watson y los dirigentes de la UTT, recibidos en la municipalidad para arrancar una "mesa de diálogo".

En tanto, fuentes de Varela leen que es esperable lo que está pasando, porque Watson no es Pereyra y el kirchnerismo no le tiene el mismo respeto que al intendente. "No pudo cambiar ninguno de los secretarios, le quieren condicionar el gobierno", lanzaron y recordaron que Pereyra manda a su hija a todos los eventos importantes y que el intendente sigue teniendo intacto y bajo llave su despacho en la municipalidad.

Algunos dicen que Pereyra estuvo "sorprendido" por cómo manejó Watson la situación, mientras que en el entorno del intendente se despegan de esa lectura y aseguran que ambos trabajan "en tándem" como lo hicieron a lo largo de los últimos años de su gestión.

En este escenario, desde el bloque de Cambiemos anticiparon a LPO que presentarán un proyecto en el Concejo Deliberante -al que esperan que adhieran el massismo y el propio Salatino- en el que pedirán respuestas por los incidentes, dando por hecho que fueron "provocados" por Cano.