El reciente decreto que aumenta las retenciones para la exportación de biodiésel del 8% al 15% podría traerle más de un dolor de cabeza a la economía local, golpeando fuertemente el ingreso de divisas.

Sucede que a este incremento impositivo se le sumará un aumento de los aranceles por parte de la Unión Europea, principal y único mercado relevante de las exportaciones de este producto. Luego de aplicar aranceles antidumping a partir del 2013, el mercado europeo se reabrió en 2016 cuando la Organización Mundial de Comercio (OMC) falló a favor de la Argentina. 

Pero Bruselas no se quedó de brazos cruzados y decidió volver a la carga contra el biodiésel local alegando que los productores tienen acceso al poroto de soja por debajo del precio de mercado. Este lunes las autoridades europeas anunciaron que dentro de tres meses estará la definición del recálculo de las medidas antidumping que hoy tienen suspendidas y se prevé que el nuevo arancel ronde el 8%.

"Si sumás este 8% al 6,5% del derecho de importación fijo y al 15% de retenciones, te vas casi al 30% de impuestos. Te deja afuera del mercado", anticipó a LPO Gustavo Idígoras, consultor en agronegocios y ex agregado agrícola argentino ante la Unión Europea.

"La medida tiene un apetito recaudatorio vinculado con el perfil exportador del biodiesel. Pero si las exportaciones a Europa caen como imaginamos, el efecto será nulo para las arcas del Estado", agregó el consultor argentino.

A su vez, Idígoras advierte que esta consecuente caída en la producción de biodiésel redundaría en una sobre oferta que se volcará a la generación de aceite de soja. Dado que la Argentina es el principal oferente a nivel mundial, esto provocará una contracción a corto plazo de los precios a nivel internacional, perjudicando a uno de los sectores que aporta la mayor cantidad de divisas.

La medida tiene un apetito recaudatorio vinculado con el perfil exportador del biodiésel. Pero si las exportaciones a Europa caen como imaginamos, el efecto será nulo para las arcas del Estado.

Según el decreto 486 publicado en el Boletín Oficial este lunes, el incremento impositivo es para "continuar propiciando la convergencia" entre los derechos de exportación del aceite de soja y el del biodiésel. Al igual que el grano de soja, la retención al aceite se viene reduciendo a razón de un 0,5% mensual desde enero pasado (actualmente está en 24,5%).

De esta manera, se dejaría sin argumentos al Gobierno de Donald Trump, que aplicó aranceles de alrededor del 70 por ciento para el producto argentino también por medidas antidumping.

Sin embargo, Idígoras sostiene que "lo que pedían los americanos era que no haya retenciones a la soja para que el productor de biodiésel local no pueda acceder al poroto a un menor precio que el internacional, por lo tanto esta retención no tendrá ningún efecto en las negociaciones con Estados Unidos".

Desde la Cámara de Biocombustibles (Carbio) avisaron que por el momento no harán declaraciones, aunque el enojo es evidente ya que el sector viene muy golpeado desde que la Unión Europea comenzó a aplicar aranceles y desde hace dos meses que vienen reclamando al Gobierno que acuda a la OMC para denunciar las cargas impositivas establecidas por los Estados Unidos.

A su vez, la decisión cobra más relevancia teniendo en cuenta que en diciembre pasado las retenciones estaban en el 0%. En ese momento, el Gobierno decidió pasar de un sistema de retenciones móviles a uno de retenciones fijas con una alícuota del 8% que sólo duró 5 meses.

Con un corte del 10% en la producción de combustibles, el mercado interno de biodiésel sólo puede absorber un millón de los 4,5 millones de toneladas de capacidad instalada del sector, por lo que una caída de las exportaciones sería letal.

Pese a que fuentes de Hacienda descartaron el regreso de las retenciones para el resto de los productos agropecuarios, en el campo continúa la desconfianza y el mercado registra importantes bajas. "Veo muy peligroso el retorno de las retenciones. En el 2019 Argentina tenía todo para incrementar sus exportaciones y el ingreso de divisas. Pero esto generaría una gran incertidumbre en el productor y conllevaría un proceso de desinversión", aseguró Idígoras.