Asediado por la crisis cambiaria, Mauricio Macri parece decidido a encarar en lo que le queda de mandato, el ajuste que vino rehuyendo durante los primeros dos años y medio. La contracara operativa de esa decisión que implica reconocer en los hechos el fracaso del gradualismo, se conoció este domingo: Concentrará la conducción económica en Nicolás Dujovne.
El ministro de Hacienda será el encargado de darle cierta consistencia a las decisiones de los nueve ministerios en los que Macri fragmentó el área económica. En sintonÃa con el presidente del Banco Central, Federico Sturzenegger, deberá velar porque el ajuste -convergencia fiscal, le dicen en Hacienda- dañe lo menos posible el crecimiento y contenga la disparada inflacionaria.
El impacto de los últimos tarifazos en la inflación y la volatilidad que se incubó en el cambio de metas forzado por Mario Quintana, terminaron de convencer a Macri que el modelo compartimentado ya habÃa dado lo mejor de si, si es que alguna vez tuvo algo bueno para dar.
El empoderamiento de Dujovne tiene como contracara el deterioro de Quintana, que hasta la crisis cambiaria se habÃa erigido en el hombre fuerte del manejo macroeconómico y aspiraba a consolidar esa posición trasladándose al Ministerio del Interior y colocando a su cerebro económico, Vladimir Werning, al frente del Banco Central o el Ministerio de Hacienda.
Macri dio una señal fuerte en contra de ese diseño cuando en su última conferencia de prensa reconoció como un error el cambio de metas con una frase lacerante: "Hubo poca coordinación ahÃ". Lo dijo frente a Quintana que lo escuchaba en primera fila. Su cargo formar el "Secretario de Coordinación".
Asà como en el pasado Dujovne soportó el fuego amigo de la filtración de los gastos de su ministerio, ahora Quintana maniobra para que este domingo Jorge Lanata no exponga en su regreso a la televisión el avance de Farmacity, gracias a su poder en el Estado.
El nexo con el FMI
Como reveló LPO en su momento, la decisión de Macri de ubicar a Dujovne como interlocutor del FMI fue el primer indicio del deslizamiento del poder que este domingo confirmó ClarÃn.
El ministro de Hacienda es además del único ministro que habla francés fluido, el lazo natural con Christine Lagarde, ya que el acuerdo en marcha se basa en una aceleración del ajuste que este año desciende al 2,7 por ciento del PBI y el año próximo estará apenas por encima del 1 por ciento.
La otra pata clave de ese programa de estabilización macro es terminar con el atraso cambiario -por eso la devalución de las últimas semanas es funcional al ajuste que viene- y pasar de una irreal polÃtica de metas de inflación a una más dura de agregados monetarios. De ahÃ, la segunda decisión de Macri de sostener a Sturzenegger.
Dujovne-Sturzenegger es el nuevo eje de poder en el manejo económico, asistidos por Rogelio Frigerio que tendrá la complicadÃsima tarea de negociar con los gobernadores, que porcentaje del ajuste que viene le tocará absorber a las provincias.
Reacio a dar el brazo a torcer Macri empoderó a Dujovne pero no cambio el esquema formal. Es decir, tendrá la última palabra en las decisiones macro, pero no es el jefe de los nueve ministros que debe ahora coordinar, que mantendrá la firma final de cada una de sus carteras.
Sin embargo, como reveló LPO en exclusiva, Macri si le cedió la autoridad última en el control de gastos. Otra vez la prioridad del ajuste.
Como sea, en las próximas semanas se verá si esta unificación disfrazada resulta útil para lidiar con la crisis o es necesario pasar al esquema más tradicional de un ministro de EconomÃa fuerte, que asuma la conducción formal de buena parte de las otras carteras que pasarÃan a ser secretarÃas de Estado.
Un test importante se verá en julio cuando termine el congelamiento de las naftas que dispuso Juan José Aranguren. En un contexto de rebrote inflacionario y con el precio del barril escalando a los 80 dólares, asoma complejo el momento de la liberación de ese precio, que impacta en casi todos los sectores.
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Macri sale de las cuerdas
Acepto que no puede cambiar a Duchovne ahora, en medio de las negociaciones con el FMI, porque fue el tipo que corrió a esconderse en las polleras de madame Lagarde. Pero... ¿para qué darle más poder a este mediocre? Ya me quedó claro que Macri sí busca un ministro de Economía. El problema es que ya no lo puede encontrar. Nadie quiere incinerarse con un gobierno que está de salida. Entonces no le queda otra que recostarse en Duchovne.
Y Duchovne está para recortar el gasto. O sea, no tienen un plan de crecimiento, sino uno de achicamiento. Duchovne bajará el gasto del Estado para pagar una monstruosa deuda contraída por este mismo gobierno para... fugar dólares al otro día.
Imaginen esta situación: uno pide plata prestada, la pierde toda en el escolaso y después, en vez de salir a trabajar como sea para obtener nuevos recursos, simplemente achica sus gastos y se deja morir de hambre. ¿Ese es el cambio? ¿Siempre para abajo?
Pero si los que votaron este engendro se sienten desengañados, no se preocupen: ya "Clarín" se está ocupando de armarles otro candidato para que se equivoquen otra vez. Y otra vez... y otra vez...